Redacción •  Negocios y Ocio •  11/01/2022

El auge de las inseguridades en pareja. ¿De dónde vienen?

¿Pueden los juguetes sexuales suponer un conflicto para la pareja? A pesar de que resulta chocante que un artículo que está hecho para el placer se convierta en nuestro enemigo, parece que sí que hay quien lo siente como una pequeña amenaza. Dildo realista o satisfyer, la polémica está servida.

El auge de las inseguridades en pareja. ¿De dónde vienen?

Bajo el pensamiento de que la pareja se lo pasa mejor con ese accesorio que ha comprado en un sex shop, muchas personas (hombres en su gran mayoría) sienten que un vibrador o el pene de látex pueden sustituirlos en la cama. Esto, muy lejos de la realidad, es algo que ocurre más de lo que pensamos.

¿Por qué los juguetes sexuales intimidan a los hombres?

Aunque puede haber alguna mujer que se sienta intimidada ante el uso de los juguetes sexuales, lo cierto es que hay un importante tanto por ciento de hombres que no soportan la idea de que su pareja sienta placer sexual más allá del que él mismo da. Esto, que con el paso de los años va cambiando poco a poco, sigue siendo un tabú para muchos de los que conocemos.

El miedo al disfrute compartido cuando se trata de un aparato mecánico no está muy bien visto para aquellos varones que se ven como potencia sexual, los únicos que realmente pueden provocar sensación de satisfacción a su mujer. Esto, a pesar de que en ningún momento se trata de sustitutivo, ocurre habitualmente.

Por otro lado, se sabe que hay muchos hombres que no ven bien meter un juguete erótico para utilizar con la pareja. Aquí, ni como el sujeto activo ni como el pasivo, se valora la idea de que haya un consolador, huevo masturbador o cualquier otra cosa que provoque placer externo a ambos.

¿Cómo podemos perder el miedo a los juguetes eróticos?

Con la conciencia de que el sexo está para disfrutarlo, deberíamos valorar los juguetes eróticos como ese elemento que nos ayuda a descubrir otras cotas de placer, sensaciones que hasta la fecha eran desconocidas para nosotros. Esto, que en el momento en que lo ponemos en práctica nos daremos cuenta de lo mucho que tiene para ofrecer, es algo a lo que hay que perder el miedo.

Hablando con nuestra pareja, dejando a un lado el pudor y ese sentimiento de abandono, estos accesorios se pueden convertir en el complemento perfecto para nuestras noches de pasión, aquello que nos permite comprobar que todavía podemos disfrutar un poco más con la persona a la que amamos.

Acudir a una tienda erótica con nuestra pareja puede ser otra de las grandes terapias a adoptar en este terreno. Webshop en los que haya catálogos de productos para comprar, mirando desde casa, también han conseguido abrir muchas mentes que, en un principio, no valoraban el hecho del disfrute compartido con un juguete.

Como vemos, las inseguridades en pareja cuando se trata de artículos eróticos es algo que podemos llevar perfectamente. Tratando el tema con naturalidad y con la idea única de divertirnos haciendo lo que más nos gusta, seguro que finalmente encontráis la manera de estar con el otro en completa armonía.