Redacción •  Negocios y Ocio •  03/07/2025

¿Vale la pena estudiar un posgrado? La formación como clave para no quedarse atrás

¿Vale la pena estudiar un posgrado? La formación como clave para no quedarse atrás

En un mercado laboral marcado por la automatización, la polarización del empleo y la incertidumbre económica, estudiar un máster ha pasado de ser un lujo académico a convertirse en una estrategia para proteger —y mejorar— la empleabilidad. Según el World Economic Forum, antes de que termine 2025, el 60 % de los empleos exigirá algún tipo de cualificación adicional. No se trata de una tendencia lejana, sino de una realidad que ya afecta a miles de profesionales.

En este contexto, los posgrados permiten especializarse en áreas con alta demanda, adquirir nuevas competencias digitales, acceder a mejores condiciones laborales y abrir nuevas trayectorias. Pero también ponen sobre la mesa preguntas importantes: ¿qué formación tiene mayor impacto?, ¿cuánto cuesta?, ¿quién puede acceder?

El máster como impulso profesional

Los últimos informes de inserción laboral del INE y observatorios universitarios coinciden en una idea clave: cursar un máster aumenta las probabilidades de encontrar empleo y de mejorar la situación económica a medio plazo. Esto se explica, en parte, por la especialización técnica que ofrecen estos programas, pero también por el desarrollo de habilidades que las empresas valoran especialmente, como el pensamiento crítico, la capacidad de adaptación, el trabajo en equipo, el liderazgo o la resolución de problemas.

Un posgrado no garantiza el éxito, pero sí multiplica las opciones de acceder a sectores con mejores condiciones o reinventarse en otros campos. Además, el networking generado durante el curso académico y el acceso a bolsas de empleo específicas suelen diferenciar a un candidato en muchos procesos de selección.

¿Qué máster elegir?

No todos los programas de máster tienen el mismo impacto ni tampoco ofrecen el mismo retorno de la inversión. Aunque la elección depende del perfil profesional, los objetivos personales y el sector de interés, algunos programas destacan por su elevada empleabilidad y su capacidad para adaptarse a las transformaciones y necesidades actuales y futuras del mercado. Entre ellos:

  • MBA (Máster en Administración de Empresas): sigue siendo una opción destacada para perfiles con experiencia que buscan dar el salto a puestos de mayor responsabilidad. Según los datos de QS recopilados por el European Institute of Finance and Management, en Europa el salario medio tras la graduación aumenta hasta un 85 %. Para saber más sobre este tipo de programas, puedes consultar esta guía completa MBA ¿Qué es? y conocer los tipos de programas, las salidas profesionales así como la duración y las ventajas reales de inserción en el mercado laboral.
  • Máster en Big Data y Analítica: con la economía del dato en auge, este programa ofrece salidas en sectores clave como banca, salud, energía o tecnología. Según el Informe de Empleabilidad del ICEX, los profesionales de análisis de datos pueden alcanzar sueldos de entre 35.000 y 60.000 € anuales, con un crecimiento del 40 % en la contratación en España en el último año.
  • Máster en Marketing Digital: imprescindible para perfiles de comunicación, comercio electrónico o publicidad digital. Según Adecco e Infoempleo, los salarios oscilan entre 22.000 y 40.000 € brutos anuales, dependiendo del nivel de especialización en performance, SEO o análisis de datos.
  • Máster en Energías Renovables y Transición Verde: la sostenibilidad se traduce en empleo directo prácticamente garantizado. Un técnico o gestor de proyectos en renovables puede alcanzar sueldos iniciales de entre 25.000 y 40.000 €, con amplio margen de crecimiento en empresas del sector fotovoltaico, eólico o hidrógeno.
  • Máster en Gestión Sanitaria y Health Economics: campo con alta demanda, especialmente tras la pandemia. Un directivo en el sector sanitario puede partir con salario de 54.000 € anuales, según cifras de Spring Professional, con acceso a puestos en hospitales, aseguradoras o consultoras especializadas.

Qué tener en cuenta al elegir un máster

Invertir en un posgrado implica tiempo, dinero, energía y compromiso. Por eso, conviene analizar detenidamente la oferta formativa y valorar aspectos como:

  • Plan de estudios y metodologías (¿incluye aprendizaje práctico, proyectos reales, herramientas digitales?).
  • Profesorado con experiencia académica y profesional.
  • Empleabilidad de los graduados: ¿qué porcentaje trabaja en su sector al terminar?
  • Acreditaciones oficiales: sellos como EQUIS, AACSB o ABET aportan garantías internacionales.
  • Red de contactos: muchas personas encuentran su siguiente empleo gracias a la red de alumni del máster.

Adicionalmente, es importante no dejarse llevar por etiquetas de moda. En los últimos años, conceptos como “data-driven”, “smart” o “digital” se han popularizado, pero no siempre reflejan un contenido riguroso. Revisar los módulos, el enfoque del programa y el perfil del profesorado puede evitar claras decepciones y orientar la decisión de forma más acertada.

Más allá del salario: propósito y crecimiento

El retorno de un máster no se mide solo en euros. Para muchas personas, el valor está en la satisfacción de formarse en lo que les interesa, en construir una carrera con propósito o en cambiar de sector para salir de una situación de precariedad o estancamiento profesional.

De hecho, estudios recientes muestran que cursar posgrados alineados con los propios valores personales se asocia a menores niveles de rotación laboral y a un mayor compromiso en el trabajo. Aprender a trabajar en equipos diversos, desarrollar pensamiento crítico o integrar herramientas digitales en proyectos sociales también son formas de construir el futuro.

Elegir para avanzar

Estudiar un máster puede ser una decisión transformadora. No es garantía de éxito, pero sí un recurso poderoso para adaptarse, avanzar y abrir nuevas puertas. Elegir  el programa de forma eficaz —y planificar su financiación— puede marcar la diferencia entre una carrera estancada y un horizonte lleno de posibilidades reales.

El desafío no está solo en decidir si vale la pena, sino en seleccionar el posgrado que mejor sincronice con tus intereses, tus capacidades y la sociedad que quieres ayudar a construir tanto a nivel personal como profesional.