Gabe Abrahams •  Memoria Histórica •  23/10/2025

Lidia Skoblikova: seis oros olímpicos para el patinaje soviético

La patinadora soviética Lidia Skoblikova ganó seis medallas de oro olímpicas con la URSS y fue la primera deportista en alcanzar esa cifra en unos Juegos Olímpicos de Invierno. Tras mi artículo sobre el patinador soviético Yevgeny Grishin, le toca el turno a ella. Esta es su historia.

Lidia Skoblikova: seis oros olímpicos para el patinaje soviético

Lidia Skoblikova nació el 8 de marzo de 1939 en Zlatoúst, una ciudad situada en el sur de la URSS (Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas), en el seno de una familia de trabajadores y tuvo tres hermanas y un hermano.

Tras pasar todo tipo de penurias durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), Skoblikova empezó a practicar atletismo y, gracias a eso, consiguió sus primeros logros en el mundo del deporte. Con 14 años, ganó la prueba de los 800 metros de los campeonatos de atletismo de Zlatoúst y de la región de Cheliábinsk.

Después de ese primer éxito, Skoblikova se decantó por el patinaje y, en 1959, con solo 19 años, fue incluida en el equipo de la URSS que acudió al Campeonato Mundial de Patinaje de Velocidad sobre Hielo disputado en Sverdlovsk (URSS).

La joven Skoblikova ocupó una meritoria tercera plaza por detrás de sus compatriotas Tamara Rylova y Valentina Stenina, resultando el dominio de las patinadoras soviéticas absolutamente avasallador.

Un año después de su primera gesta mundialista, en los Juegos Olímpicos de Invierno de 1960, llevados a cabo en Squaw Valley (Estados Unidos), Lidia Skoblikova confirmó todas las expectativas que se habían depositado en ella y alcanzó la gloria. Se proclamó campeona olímpica en las distancias de los 1.500 y 3.000 metros. Por si fuera poco, en la primera distancia, consiguió la plusmarca mundial y, en la segunda, el récord olímpico. La URSS dominó por completo el medallero.

En ese mismo año de 1960, Skoblikova, además, todavía tuvo fuerzas para ganar la medalla de bronce en el Campeonato Mundial de Patinaje de Velocidad sobre Hielo, disputado en Östersund (Suecia).

En los años siguientes a la olimpiada, Skoblikova tuvo que pelear duramente contra otras patinadoras soviéticas para conseguir nuevas medallas en los campeonatos del mundo que se fueron disputando. Se colgó una medalla de bronce en el mundial de 1961, una de plata en el de 1962 y dos de oro en los de 1963 y 1964. En 1961 y 1962, quedó detrás de sus compatriotas Valentina Stenina, Albina Tuzova e Inga Voronina. En ese periodo, Skoblikova de nuevo batió plusmarcas mundiales.

Ya en los Juegos Olímpicos de Invierno de Innsbruck 1964 (Austria), Lidia Skoblikova ratificó su condición de mejor patinadora del mundo, ganando la medalla de oro en las cuatro pruebas en las que participó. Y eso le supuso ser la primera deportista con cuatro medallas de oro en una misma competición olímpica de invierno y la primera deportista con seis medallas de oro en los Juegos Olímpicos de Invierno.

En resumen, la patinadora soviética se adjudicó en los Juegos de Innsbruck la medalla de oro en las pruebas de 500 metros, 1.000 metros, 1.500 metros y 3.000 metros. Poco más se puede decir, ante un dominio tan implacable. La URSS la imitó en el medallero.

Como premio a sus hazañas olímpicas y mundialistas, el presidente soviético Nikita Jrushchov le comunicó a Skoblikova tras los Juegos su afiliación al PCUS, el partido comunista de la URSS.

Lidia Skoblikova estuvo retirada del patinaje durante dos años, periodo en el que nació su hijo Georgy, fruto de su matrimonio con el marchador atlético Aleksandr Polozkov. Pero, en 1967, regresó a la competición y consiguió su enésima plusmarca mundial, en esta ocasión en la distancia de los 3.000 metros. Fue su último momento estelar.

Al año siguiente, la gran patinadora soviética acudió a los Juegos Olímpicos de México y solo pudo ser sexta en la prueba de los 3.000 metros, retirándose en 1969 de la competición con sus seis medallas de oro olímpicas y sus dos oros mundialistas.

Tras su adiós, Skoblikova se trasladó a Moscú para trabajar como entrenadora en diversas escuelas deportivas. Educada en la Facultad de Educación Física del Instituto Pedagógico de Cheliábinsk, se había licenciado en esa materia.

En 1982, Skoblikova escribió una destacada tesis sobre la educación ideológica y moral de los deportistas soviéticos. Y, en 1983, recibió la Orden Olímpica de plata, una condecoración más entre las varias que ya tenía. Años después, fue presidenta de la Federación Rusa de Patinaje y entrenadora de su equipo.

Con el cambio de siglo, Skoblikova recibió cada vez más reconocimientos. Por ejemplo, el 7 de febrero de 2014, fue una de las seis personas que sostuvieron la bandera olímpica en la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi (Rusia). Ella misma había sido nombrada embajadora oficial de esos Juegos. No merecía menos.

A sus 86 años, la extraordinaria ex patinadora soviética permanece con vida y sigue entre nosotros. Mantiene una buena salud y su gusto por el patinaje. Es una de las últimas viejas glorias del deporte soviético que continúan vivas. En definitiva, uno de los últimos testimonios importantes de lo que llegó a ser el deporte de la URSS.


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