Redacción •  Memoria Histórica •  22/12/2020

Enrique Santiago respalda en el Congreso que se conmemore el 90 aniversario de la Constitución republicana de 1931 “la primera plenamente democrática y garantista de derechos”

El portavoz adjunto de Unidas Podemos y portavoz parlamentario de Izquierda Unida señala en la Comisión Constitucional de la Cámara Baja que “ojalá sigamos avanzando en un horizonte republicano de garantía de los derechos esenciales, no solo civiles y políticos”.

Enrique Santiago respalda en el Congreso que se conmemore el 90 aniversario de la Constitución republicana de 1931 “la primera plenamente democrática y garantista de derechos”

Martes, 22 de diciembre 2020.

El portavoz adjunto de Unidas Podemos, Enrique Santiago, ha mostrado esta mañana el respaldo de su grupo parlamentario a la conmemoración oficial el próximo año del 90 aniversario de la aprobación de la Constitución republicana de 1931, “la primera constitución plenamente democrática y garantista de derechos que ha tenido nuestro país”.

Santiago recordó durante su intervención de apoyo a la proposición no de ley presentada a debate por el Grupo Socialista en la Comisión Constitucional del Congreso que ese texto “aspiraba a modernizar y democratizar España, y lo hubiéramos conseguido si no hubiera sido por los militares y golpistas traidores que se alzaron contra la democracia”.

El también portavoz parlamentario de Izquierda Unida inició su discurso leyendo su artículo 1: ‘España es una República de trabajadores de toda clase, que se organizan en régimen de Libertad y de Justicia. Los poderes de todos sus órganos emanan del pueblo’.

“La República -dijo- nació con la vocación de transformar profundamente la realidad de una España aún feudal, para garantizar la libertad, los derechos humanos y la justicia social. El tránsito de siervos a ciudadanos con derechos. Los demócratas de hace 90 años eran republicanos”.

Recordó también a modo de ejemplo otros artículos, entre ellos el  6 ‘España renuncia a la guerra como instrumento de política nacional’, el 7 ‘El Estado español acatará las normas universales del Derecho internacional’ o el artículo 25 ‘No podrán ser fundamento de privilegio jurídico la filiación, el sexo, la clase social, la riqueza, las ideas políticas ni las creencias religiosas’.

Santiago destacó especialmente que “el compromiso con la democracia y la voluntad popular se acreditó con la elección del presidente de la República, el único jefe de Estado elegido democráticamente en la historia de nuestro país, por última vez con esta norma constitucional el 10 de mayo de 1936, hace 84 años”.

Indicó que “el  principio de soberanía popular define el texto republicano, que recogió los principios del parlamentarismo de la Europa de entreguerras: la preeminencia del Poder Legislativo, expresión de la voluntad general, frente al Poder Ejecutivo o Gobierno”.

De la misma forma, desgranó los logros que la II República fue plasmando con el texto que ahora se quiere conmemorar, entre ellos que el Parlamento se convirtió “en el centro de la vida política e instancia de control del Gobierno” o que se extendiera “la democracia constitucionalizando el referéndum legislativo para que nuestros compatriotas pudieran decidir, se constitucionalizó un Estado laico y se creó un amplio catálogo de derechos, también en ámbitos privados, como el matrimonio, la educación, la familia, el trabajo o la economía”.

El portavoz adjunto de Unidas Podemos no olvidó destacar que “por primera vez se alcanzó la igualdad de género, al reconocer el derecho de voto a las mujeres y el matrimonio civil con igualdad de derechos”, además de que “supuso el acceso de todo nuestro pueblo a la cultura y a la educación que, por primera vez, se convirtieron en derechos garantizando la emancipación social. Se estableció el carácter obligatorio de la educación básica, pública, gratuita y laica, lo que significó un inmenso esfuerzo económico del Estado”.

Con la mirada puesta en el futuro, Enrique Santiago apuntó que “ojalá que sigamos avanzando en un horizonte republicano de garantía de los derechos esenciales, no solo civiles y políticos. Ojalá acabemos con cualquier discriminación familiar o personal, para que todos seamos iguales ante la ley y todos los españoles puedan acceder a las más altas instituciones del Estado”.

“Y también -concluyó- ojalá alcancemos la garantía plena de derechos económicos y sociales, imprescindibles para que todas y todos nuestros compatriotas tengan una vida plena y digna”.


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