Jose Ignacio García Sánchez •  Opinión •  11/02/2019

¿Hemos pactado los cinco grupos de Parlamento Andaluz que VOX presida la Comisión de Memoria Histórica?

¿Hemos pactado los cinco grupos de Parlamento Andaluz que VOX presida la Comisión de Memoria Histórica?

NO. Así de fácil. Lo aclaro e intento explicar porque ha generado polémica y conviene que no nos líen.

El otro día en una reunión con los portavoces se decidía qué grupos presidían las comisiones parlamentarias. Por reglamento a cada grupo les tocan en función del número de diputadas. A nosotros, por ejemplo, nos tocan 2.

Bueno pues a la reunión llegaron PP, Cs y Vox con un pacto cerrado. Incluso traian una fotocopia con un cuadrante en la que ya estaban impresos los huecos de PP, Cs y Vox y quedaban en blanco los que tocaban a PSOE y a Adelante Andalucía. Cuando vimos que la única presidencia de Vox sería la de la comisión de Cultura, que lleva las competencias de Memoria Histórica, pues nuestro representante protestó y dijo que era una provocación. A lo que el señor de Vox respondió con un cínico: «Por eso la hemos elegido».

Al ver el pacto cerrado de las tres derechas, que son mayoría, no teníamos márgen de cambiar nada. Elegimos en nuestros huecos en blanco, y mañana se votará en las comisiones. Obviamente no vamos a apoyar que Vox presida esa Comisión. Ojalá haya algún cambio de última hora porque a PP o Cs les entre cierto remordimiento, pero no tiene pinta.

Realmente el presidente de una comisión no creáis que tiene mucha relevancia. Un despacho más grande en plan «gente importante», un suculento complemento en la nómina (que nosotros donamos, claro) y la capacidad de dirigir la comisión, ordenar los temas, etc. Pero está todo muy tasado y no tiene demasiado márgen, aunque lo intentarán.

Pero es una cuestión simbólica. La estrategia de vox es claramente esa: escandalizar, escandalizar y escandalizar. Para conectar con un cabreo soterrado de mucha gente, y así representar una impugnación que no es tal. No vienen a impugnar nada más que ciertos avances sociales para la mayoría (derechos de las mujeres, derechos lgtbi, memoria histórica, servicios públicos, progresividad fiscal…), y a apuntalar la economía de la minoría, de las cosas de comer, bandera mediante. Es una envolvente: canalizar el cabreo de alguna gente para que nada sustancial cambie. El PP y Cs van a devolver el apoyo al gobierno así, dándoles eco mediático, capacidad de escandalizar y liderar su batalla cultural de fondo. Nosotros no debemos dejarnos escandalizar, sino intentar que tengan el menor eco posible a la vez que les colocamos donde están: una opción ultraliberal en le económico, que quiere que los trabajadores tengan cada vez menos derechos, que los ricos no paguen impuestos, que quieren privatizar hasta el aire y que solo hacen política para una minoría privilegiada. En las cosas de comer, son los tres iguales, los mismos de siempre. No se nos olvide.


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