Celanova (Orense) da voz a la memoria antifascista
- » Ya es hora de que la palabra antifascista aparezca en este tipo de actos«, afirmó ayer el historiador Fran Redondo en la clausura de las Jornadas sobre la Transición Española.
- Dolores Alonso, Nemesio Barxa, Peña-Rey, Suárez Canal y Adela Figueroa recordaron el activismo de aquellos años.

Las Jornadas de Memoria Antifascista sobre la Transición Española, organizadas por el Comité de Memoria Histórica de la Comarca de Celanova, finalizaron antesdeayer en la Casa dos Poetas de Celanova con una mesa redonda en la que intervinieron protagonistas de aquella época en Ourense: Nemesio Barxa , Manuel Peña-Rey , Dolores Alonso Reverter y Alfredo Suárez Canal . Los cuatro recordaron sus experiencias en la lucha antifranquista e historias familiares, como la de Dolores Alonso, cuyos padres se conocieron en las cadenas de Cumial y Celanova: el padre, preso asturiano; la madre, hija de presos (y también presa durante un tiempo en Bande durante la guerra).
Dolores habló sobre cómo se activó el Movimiento Democrático de Mujeres en Ourense y la inseguridad en las primeras acciones. Barxa, quien se declaró independentista, habló sobre cómo la defensa se dividía entre los abogados de izquierda y cómo los militantes nacionalistas se encargaban de los casos comunistas, y viceversa. Él mismo defendió a Manuel Peña-Rey y comentó que, al entrar en un tribunal franquista en aquella época, uno sabía más o menos cómo iba a salir, ante la incertidumbre que los juicios en ciertas instancias generan hoy en día y las sorpresas que se producen.
Peña-Rey contó cómo el activismo político se organizaba de forma clandestina, cómo las entidades culturales eran los espacios desde los que podía combatir la miseria intelectual del franquismo. También habló de los riesgos que asumieron, desde la cárcel hasta las sanciones administrativas, y de la irrupción del ecologismo en la agenda pública.

Suárez Canal habló de cómo al nacionalismo -efervescente al final del franquismo, incipiente, pero todavía estructuralmente débil- le faltó tiempo para consolidar una resistencia más firme desde Galicia a la Transición negociada por las élites.
Por la mañana , en la presentación de la obra colectiva «A Transición en Galiza», publicada por Laiovento hace un par de años, intervinieron Adela Figueroa y Fran Redondo . Adela, poeta, novelista y ensayista, fundadora de ADEGA y de la Asociación Sociopedagógica Gallega a mediados de los años 70, relató sus experiencias en la docencia y las dificultades que tuvo para trabajar en gallego en aquella época. Explicó cómo fue «el pueblo» quien realmente impulsó luchas como las de Xove o la de la Trinchera Atlántica, con una movilización social que no se repitió en el país hasta Nunca Más y que ve difícil que se produzca hoy en día, a pesar de que las agresiones contra el territorio se han multiplicado. Adela vinculó lengua, territorio y nacionalismo gallego y reivindicó la aproximación a la lusofonía que guía su actividad como escritora.
El historiador Fran Redondo trazó una radiografía del Tribunal de Orden Público (TOP) desde sus orígenes a principios de los años sesenta hasta su disolución a finales del 77, para convertirse tan solo una semana después en la Audiencia Nacional, con el consiguiente traslado de jueces y fiscales fascistas que habían jurado los Principios del Movimiento al propio Tribunal o al Tribunal Supremo. Redondo subrayó esta continuidad «endogámica y en defensa de los privilegios», que también se reprodujo en las Fuerzas de Seguridad y las Fuerzas Armadas. Es, advirtió, lo que explica muchos de los problemas que vivimos hoy en la Justicia española. Redondo proporcionó datos sobre los perfiles de los más de 400 gallegos juzgados por el TOP y señaló que la represión política a través de este tribunal estuvo especialmente motivada por el nacionalismo vasco, y también por el gallego, así como por el PCE y CC.OO.

Además, Redondo dejó un par de recomendaciones para profundizar en la historia de la justicia desde el franquismo hasta la democracia en la obra de Juan José del Águila (*) y en su monografía ‘Arelas de liberdade na Galicia: Los gallegos ante el Tribunal de Orden Público’, publicada por Laiovento en 2017.
En el coloquio, Redondo también dejó una respuesta sencilla al tópico de que el franquismo se volvió «bueno» con el paso de los años. «El franquismo empezó asesinando y murió asesinando», dijo.
(*) Breve nota biográfica sobre Del Águila.
