Ferrocarril de China e Irán anula esfuerzos de EEUU para aislarlos
Un informe destaca que la ruta ferroviaria China-Irán neutraliza los intentos de EE.UU. para aislar al gigante asiático y paralizar el comercio petrolero iraní.

Irán y China inauguraron oficialmente el domingo la ruta ferroviaria comercial entre los dos países con la llegada del primer tren de carga al puerto seco de Aprin, ubicado cerca de Teherán.
El tren partió desde la ciudad de Xian, en el este de China, y recorrió miles de kilómetros hasta arribar a su destino final; consolidando así un nuevo corredor logístico estratégico entre ambas naciones. La nueva ruta forma parte de la iniciativa china de la Franja y la Ruta, que busca conectar Asia con Europa y África a través de redes de infraestructura modernas.
La agencia rusa de noticias Sputnik destacó la inauguración del proyecto, describiéndolo como un punto de inflexión que desafía las sanciones estadounidenses a ambas naciones asiáticas.
La ruta, según el informe, no se trata solo de un proyecto logístico, sino una estrategia de poder geoestratégico que socava los esfuerzos de EE. UU. por aislar a China y paralizar el comercio petrolero iraní.
Características de la ruta ferroviaria China-Irán
El corredor ferroviario China-Irán reduce los plazos de entrega de 30 a 40 días por mar a tan solo 15 días por tierra.
La primera fase del proyecto se lanzó el 21 de julio de 2024: trenes de mercancía de doble carga ahora circulan entre China e Irán, lo que acelera la realización del corredor ferroviario China-Irán-Europa.
La ruta resulta competitiva en términos de costos y tiempos en comparación al transporte marítimo. Homayun Yahani, director ejecutivo del puerto iraní de Aprin, afirmó que el ferrocarril reducirá drásticamente los costos de transporte y la dependencia de las congestionadas rutas costeras.
Conforme a Sputnik, el proyecto es importante porque acelera las exportaciones chinas a Europa, agiliza las exportaciones de petróleo iraní a China y evita cuellos de botella controlados por Estados Unidos, como el estrecho de Malaca.
China e Irán están construyendo vías de acero para fortalecer sus cooperaciones económicas lejos de las presiones e influencia de EE.UU., y Washington no puede controlarlas, concluye el informe.
La inauguración del ferrocarril China-Irán marca un momento crucial en la dinámica del comercio global, transformando las estructuras de poder dominadas durante mucho tiempo por Occidente. Este ambicioso proyecto conecta Irán directamente con China, evitando las rutas marítimas tradicionales y estableciendo un nuevo corredor comercial que desafía la influencia estadounidense.
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