Prensa Latina •  Internacional •  27/07/2025

Continúan los enfrentamientos fronterizos entre Tailandia y Camboya

  • Los enfrentamientos entre Tailandia y Camboya en zonas fronterizas continuaron hoy por cuarto día consecutivo, pese a que ambos gobiernos dijeron estar dispuestos a dialogar y poner fin a la violencia.
Continúan los enfrentamientos fronterizos entre Tailandia y Camboya

Tanto el primer ministro camboyano, Hun Manet, como el primer ministro interino de Tailandia, Phumtham Wechayachai, expresaron públicamente el interés de discutir el alto el fuego y la eventual resolución pacífica del conflicto que, desde el 24 de julio anterior, ha cobrado 33 vidas de los dos países y decenas de heridos.

Sin embargo, el Ministerio de Defensa de Camboya reportó enfrentamientos este domingo en áreas próximas a dos templos disputados.

La querella combina elementos históricos no resueltos pues la frontera fue cartografiada por Francia en 1907 pero sigue teniendo varios puntos sin demarcar, que han propiciado enfrentamientos a lo largo de los años.

Ambas naciones se acusaron mutuamente de iniciar una embestida, hace cuatro días, y cada una afirma todavía que el contrario disparó primero.

Los combates obligaron a más de 35 mil 800 personas de la parte camboyana a huir de sus propios hogares, mientras del lado tailandés la cifra supera los 138 mil residentes en varias provincias limítrofes a lo largo de los aproximadamente 800 kilómetros de frontera compartida.

Algo similar ocurrió de 2008 a 2011, cuando una serie de enfrentamientos dejaron un saldo de 28 muertos y decenas de miles de desplazados.

Numerosas naciones han instado a las partes a resolver la cuestión a través del diálogo, entre ellas, China, Japón, Indonesia, Vietnam y Malasia, muy preocupadas por la paz regional.

La actual escalada es vista como uno de los choques más sangrientos entre estos vecinos del sudeste asiático que se han atacado esta vez con aviones de combate, artillería, tanques e infantería.

Camboya elevó el pleito territorial a la Corte Internacional de Justicia (CIJ), a inicios de junio, y justificó el acto como un intento de brindar una solución pacífica basada en el derecho internacional, en tanto Bangkok abogaba por llegar a un acuerdo de forma bilateral.

El 28 de mayo, el encuentro de los Ejércitos de los dos países en una zona fronteriza sin demarcar y reclamada por ambos gobiernos, culminó en una pugna que ocasionó la muerte de un soldado camboyano.

Por otra parte, el 23 de julio, un soldado tailandés perdió su pierna derecha, al pisar una mina terrestre en un territorio fronterizo en Ubon Ratchathani.

Durante una reunión a puerta cerrada del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, Camboya abogó por “un alto el fuego inmediato e incondicional”.

Falta solo que los actos respalden las palabras, de ambas partes.


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