Prensa Latina •  Internacional •  25/10/2025

Continúa el debate presupuestario en Francia tras un arranque marcado por el conflicto

  • La Asamblea Nacional francesa comenzó este viernes la segunda jornada de discusiones sobre el proyecto de Ley de Finanzas 2026, después de un debut tenso la víspera, que incluyó el rechazo de una moción de censura.
Continúa el debate presupuestario en Francia tras un arranque marcado por el conflicto

En la cámara baja se anticipan momentos complicados en la carrera contrarreloj para dotar a Francia de un presupuesto del Estado para el año próximo antes del 31 de diciembre, con un primer ministro Sébastien Lecornu que defiende su plan desde una posición de fragilidad, ante el dominio opositor en el Palacio Borbón.

Ayer Lecornu llamó al compromiso de los diputados con un camino para lograr la adopción de la norma, sin embargo, nada asegura que eso ocurrirá.

De hecho, La Francia Insumisa buscó frenar los debates con un procedimiento de rechazo del texto, pero fracasó en su objetivo.

El Partido Socialista, que evitó la censura hace unos días del primer ministro, reiteró su amenaza de que esa postura terminará si el mandatario no refuerza en la Ley de Finanzas la cuestión de la justicia fiscal.

Este sábado uno de los temas candentes en la agenda de la Asamblea Nacional será la aplicación de la tasa Zucman, defendida por los socialistas y la izquierda en general, pero rechazada por el oficialismo, la extrema derecha y los conservadores.

La iniciativa en cuestión consiste en gravar las grandes fortunas de Francia, los patrimonios superiores a los 100 millones de euros, con un impuesto del dos por ciento.

Sobre la mesa están otras propuestas consideradas menos fuertes para garantizar la contribución de los más ricos en tiempos de debacle de las finanzas públicas, constatada con la reducción de la nota de Francia por las calificadoras de riesgo, resultante de una deuda y un déficit que están entre los peores de la Unión Europea.

El proyecto promovido por el Gobierno incluye alrededor de 30 mil millones de euros entre ahorros y recortes, bien distantes de los 44 mil que trató de imponer su predecesor en Matignon, el centrista François Bayrou, intento que condujo a su caída el 8 de septiembre, cuando la Asamblea le negó la confianza.

El primer ministro impulsa entre sus medidas estrella para sacar a las finanzas de los números rojos una cruzada contra los fraudes fiscales, al tener en cuenta que el año pasado escaparon de las arcas del Estado francés unos 20 mil millones de euros.


Francia /