Drones siembran terror entre civiles en El Fasher, Sudán
Los residentes de El Fasher se ocultan en búnkeres subterráneos para evitar drones que atacan sin distinguir entre civiles y combatientes, según testigos.

La ciudad de El Fasher, último bastión del ejército sudanés en la región occidental de Darfur, enfrenta una intensificación de los ataques por parte de las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR).
Esta situación obliga a cientos de residentes a buscar refugio en búnkeres subterráneos para protegerse de los drones y los proyectiles
Clínicas, mezquitas y centros para desplazados son blanco de bombardeos, mientras la población lidia con una grave hambruna y el colapso de los servicios básicos.
Más de una docena de residentes confirmaron que los ataques restringen el movimiento diurno y obligan evitar aglomeraciones y apagar las luces al anochecer para no ser detectados por los drones.
“No distinguen entre civiles y soldados. Si eres un ser humano, te disparan”, declaró la ministra de Salud del estado de Darfur del Norte, Khadija Musa, a la agencia Reuters.
Uno de los ataques más graves ocurrió el 10 y 11 de octubre, cuando el centro Dar al-Arqam, con una mezquita en su campus universitario, fue bombardeado en dos ocasiones.
El director del centro, Hashim Bush, reportó 57 muertes, entre ellas 17 niños, tres de ellos bebés. «Su objetivo era la mezquita. Atacaron justo después de la oración del viernes», dijo a Reuters.
Según Bush, el primer ataque ocurrió justo después de la oración del viernes, y el segundo fue ejecutado por un dron que rastreó a personas que huían hacia un contenedor usado como refugio.
A la día siguiente, cuatro proyectiles más cayeron durante la oración del amanecer. Residentes, en videos grabados por activistas locales y verificados por la agencia de noticias, confirmaron los ataques.
La Organización Sudanesa de Derechos Humanos denunció que las FAR rodearon casi por completo El Fasher el 4 de octubre, impidiendo el ingreso de alimentos y medicinas.
Activistas locales advirtieron la semana pasada que unas 30 personas mueren cada día por violencia, hambre y enfermedades.
La Sala de Operaciones de Respuesta a Emergencias de Abu Shouk alertó sobre el riesgo sanitario que representa la acumulación de cadáveres en las calles, sin atención humanitaria.