FeSP •  Internacional •  13/08/2019

Campaña de Monsanto contra periodistas y ONGs

La multinacional desarrolló una campaña para vigilar y desacreditar a periodistas y a activistas críticos con algunas de sus actividades.

Campaña de Monsanto contra periodistas y ONGs

Monsanto desarrolló un «centro de respuesta» para vigilar y desacreditar a periodistas y a activistas, desde el cual se centró específicamente en una periodista que escribió un libro crítico con la empresa. El conglomerado agroquímico también investigó las actividades de artistas y elaboró un memorándum interno sobre el uso de las redes sociales de alguno de ellos.

Así lo informa “eldiario.es” en base a datos publicados por el británico “The Guardian” que, según señala, ha tenido acceso a documentos que demuestran que Monsanto adoptó una estrategia en diversos frentes para perjudicar a Carey Gillam, reportera de Reuters que investigó sobre la relación entre un pesticida producido por ella y el cáncer de las personas.

Esta empresa que “es propiedad del gigante farmacéutico alemán Bayer, también utilizó su ‘centro de inteligencia y respuesta’ para vigilar a una organización sin ánimo de lucro que indaga sobre cuestiones alimentarias. Se trata de un departamento de la empresa denominado con el mismo término que usan el FBI y otros organismos de inteligencia para nombrar sus operaciones de vigilancia y antiterrorismo.

Los documentos, conocidos como ‘Los papeles de Monsanto’ y que datan en su mayor parte de entre 2015 y 2017, salieron a la luz como parte de la batalla abierta en los tribunales contra los riesgos para la salud provocados por el herbicida RoundUp -nombre comercial del glifosato producido por Monsanto-.

Según señala ‘The Guardian’ esos documentos demuestran que:

– Monsanto planeó una serie de «acciones» para atacar el libro de Gillam, incluso antes de que fuera publicado. Llegaron a escribir argumentarios para terceros con los que criticar el libro y dirigir a «agricultores y profesionales» a la hora de publicar críticas negativas sobre el libro en sus redes sociales.

– La compañía pagó a Google para promover que en sus buscadores aparecieran resultados críticos con el libro cuando se tecleara «Monsanto glifosato Carey Gillam». El equipo de relaciones públicas de Monsanto también mantuvo conversaciones internas para ejercer una presión significativa sobre Reuters. Llegó a decir que «continúan presionando a los editores [de Gillam] en cada oportunidad que se presenta» y que esperaban «que la asignaran a otra cobertura».

– Los responsables del ‘centro de respuesta’ de Monsanto escribieron un largo informe sobre el activismo del cantante Neil Youn contra Monsanto, en el que se detallaba su impacto en redes sociales y se consideraba la adopción de ‘medidas legales’. Ese ‘centro’ también siguió de cerca y redactó informes semanales sobre la actividad en redes de la organización no gubernamental US Right to Know (Derecho a saber) o USRTK por sus sigla en inglés.

– Empleados de Monsanto mostraron en repetidas ocasiones su preocupación ante la publicación de noticias sobre las relaciones económicas de la empresa con científicos que podrían ratificar las acusaciones de que ‘se encubrían las investigaciones poco favorables’.”

Artículo completo: https://www.eldiario.es/theguardian/documentos-Monsanto-maniobras-periodistas-activistas_0_929507410.html

 


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