Alberto Corona - Prensa Latina •  Internacional •  27/01/2018

Honduras: Una toma de posesión marcada por el fraude

Como austera, sencilla y sin fiesta describe el presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, la toma de posesión de su segundo mandato, porque -según dijo- hay que trabajar. Para Hernández, de acuerdo con sus propias palabras, lo ideal es que la ceremonia sea rápida, pues cuando se trata de una reelección, al presidente ''ya se le conoce''.

Honduras: Una toma de posesión marcada por el fraude

Como austera, sencilla y sin fiesta describe el presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, la toma de posesión de su segundo mandato, porque -según dijo- hay que trabajar. Para Hernández, de acuerdo con sus propias palabras, lo ideal es que la ceremonia sea rápida, pues cuando se trata de una reelección, al presidente »ya se le conoce».

Sin embargo, para muchos el cuestionado mandatario lo que pretende con tanta celeridad es evitar cualquier contratiempo que empañe aún más su investidura, calificada de ilegal por no pocos de sus conciudadanos.

Y es que Hernández asume este sábado su segundo mandato objetado por gran parte de su pueblo, al considerar que se impuso en los comicios de noviembre pasado mediante un fraude fraguado en complicidad con el Tribunal Supremo Electoral.

Denuncias que la Alianza de Oposición contra la Dictadura, liderada por el excandidato Salvador Nasralla, interpuso tanto en espacios nacionales como internacionales y que provocó que gran parte de la ciudadanía se lanzara a las calles en defensa de la voluntad popular expresada en las urnas.

Desde entonces las protestas, fuertemente reprimidas, se han sucedido a lo largo y ancho del país y han costado la vida a una treintena de hondureños, en medio de la indignación popular.

En tanto, Nasralla aseguró que no claudicará, como tampoco lo hará el pueblo, cuya voluntad -subrayó- debe ser escuchada y respetada.

‘Trabajaremos nacional e internacionalmente hasta que el fraude sea revertido. Nuevas elecciones es la única salida para traer paz al pueblo y esto solo será posible por la presión en las calles’, expresó.

En medio de todo, los grandes medios de comunicación mantienen un perfil bajo en torno a la crisis postelectoral en Honduras, mientras determinados gobiernos y organismos internacionales hacen la vista gorda sobre los hechos ocurridos en la nación centroamericana.

Para muchos tal situación resulta impresentable, al tiempo que erosiona fuertemente la credibilidad de las instituciones internacionales que guardan silencio ante las denuncias e irregularidades presentadas durante el proceso electoral.

Según la oposición, lo que ocurrió en los comicios del 26 de noviembre fue un colosal fraude, con el cual Hernández busca perpetuarse en el poder, desoyendo a su propio pueblo.

Frente a ello, muchos hondureños aseguran que se mantendrán en las calles en resistencia, desafiando a un presidente que inaugura una nueva etapa, marcado por las críticas y el escaso reconocimiento internacional.

(Tomado del Semanario Orbe) 


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