Prensa Latina •  Internacional •  08/05/2017

Brasil empieza semana pendiente de inquisitorio del juez Moro a Lula

Brasil vive desde hoy una semana con todos los ojos puestos en la ciudad de Curitiba, donde este miércoles el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva testimoniará por primera vez ante el juez federal Sergio Moro.

Brasil empieza semana pendiente de inquisitorio del juez Moro a Lula

Inicialmente prevista para el día 3, la esperada comparecencia de Lula ante el hombre que mueve a su antojo los hilos de la operación anticorrupción Lava Jato fue pospuesta una semana por presuntas ‘razones de seguridad’, atendiendo a la esperada movilización popular de respaldo al fundador del Partido de los Trabajadores (PT).

El anuncio del cambio de fecha generó aquí varias hipótesis, pero ninguna de ellas relacionada con el argumento esgrimido para tomar la decisión, pues desde marzo pasado, cuando se anunció el cara a cara de Moro y Lula, se supo también que los movimientos sociales se movilizarían a Curitiba para apoyar al ex dignatario.

La víspera, algunos medios alertaron sobre la preocupante aparición en los últimos días de 30 grandes vallas en zonas de mucho movimiento de la capital paranaense dando la ‘bienvenida’ a los visitantes a la ‘República de Curitiba’, donde -afirman los cartelones- ‘todos somos Lava Jato’.

Es una cosa bien organizada, hecha con la intención obvia de insuflar olas de odio e incitar la ira de la población contra Lula, advirtió el blog O Cafezinho antes de preguntarse por qué Sergio Moro no mandó a retirar esos ‘outdoors’ e investigar quiénes son los responsables de tamaña provocación.

En recientes manifestaciones públicas, Lula ha reiterado su deseo e interés de encarar por primera vez a Moro. Es hora de presentar pruebas y no más falsas denuncias sustentadas en convicciones, dijo el expresidente y remarcó que ‘no estoy siendo juzgado por corrupción, sino por mi forma de gobernar’.

Maestro de ceremonias de una farsa montada para impedir a Lula candidatearse en las elecciones presidenciales de 2018, Moro tendrá que vivir la terrible experiencia de ser diminuto, irrelevante, ante un gigante político cercado de cariño y admiración popular, escribió dos meses atrás el diario El Estado de Acre.

Moro no va a enfrentarse a Lula, ni podría, porque son dos personajes de dimensiones diferentes. Será solo una formalidad dictada por las circunstancias, acotó la publicación al referirse a lo que catalogó como una ‘pantomima judicial, tal vez la más simbólica – y la más patética – desde el golpe de 2016’ contra la presidenta Dilma Rousseff.

lam/mpm


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