Arturo Cano •  Internacional •  23/06/2016

Resistencia magisterial en México: En Nochixtlán temen otro arribo policiaco

Mientras Oaxaca cumple siete días sin corridas de autobuses a Puebla, la Ciudad de México y otros destinos importantes, pobladores y maestros vuelven a bloquear la carretera federal y la autopista en el mismo punto donde la Policía Federal pretendió desalojarlos el pasado domingo.

Resistencia magisterial en México: En Nochixtlán temen otro arribo policiaco

Asunción Nochixtlán, Oaxaca. Aquí están seguros de que, pese a las promesas de diálogo, los uniformados volverán. Y en la espera, diría el entrañable Monsi, florece el sentimiento desesperado que, con mayor o menor éxito, interpreta la conciencia radical.

Hay que añadir la impotencia frente a la muerte, sobre todo porque el crucero está a unos pasos del cementerio municipal. Los participantes en el bloqueo pasan horas mirando a lo lejos los sepelios. El segundo, con música de banda que no puede sino sonar triste.

Un padre de familia cuenta que entre los 23 detenidos del domingo, al menos 10 son personas que tuvieron la mala fortuna de estar en el lugar y el momento equivocados: cavaban tumbas para sus muertos (nada que ver con los caídos en la refriega) cuando se armó la batalla y fueron aprehendidos porque la Policía Federal agarró parejo cuando entró al panteón detrás de los manifestantes.

Abajo del puente, el control lo tienen los maestros, que este día acuden en una caravana a solidarizarse con los pobladores y participar en los funerales de dos de los muertos.

Arriba, en la carretera federal, el mando corresponde a los oriundos, especialmente jóvenes de Tlaxiaco, que hoy sepultaron a uno de sus muertos. Son los más encabronados. Incluso tienen roces con los maestros, porque son muy puntillosos a la hora de las revisiones.

La consigna que traen es clara: ni medios locales –a los que identifican al servicio del gobierno estatal– ni televisoras nacionales.

Los enviados de Tv Azteca, según cuentan colegas de agencias internacionales, se cuelan de todos modos cuando les impiden pasar con su vehículo. El reportero se va por un lado y comienza a grabar con su celular.

En su noticiario estelar, Tv Azteca denuncia que dos de sus colaboradores están secuestrados, aunque los maestros aseguran que dejaron de retenerlos horas atrás. “El ‘incidente’ no duró más de 40 minutos”, afirma Zósimo Aquino, dirigente de la sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).

Dicho de otro modo, aunque el camarógrafo y el editor estaban libres, Tv Azteca los dio por secuestrados.

Televisa avala la versión de su competencia, pese a que su equipo grabó y transmitió imágenes y entrevistas de Nochixtlán el lunes 20 y del sepelio de un joven baleado en Hacienda Blanca este martes. En ambos casos, al final, el equipo de la televisora de San Ángel fue expulsado por los manifestantes sin sufrir ningún daño.

El asunto de los medios es el telón de fondo del intercambio. La comunidad de Nochixtlán suelta a dos policías federales que mantenía retenidos en un anexo del templo local. A cambio recibe a sus presos (20 solidarios y tres maestros).

Contra el cacique

Una buena parte de los pobladores del distrito de Nochixtlán vieron burro y aprovecharon el viaje. Todavía no terminaban de levantar a los heridos cuando le prendieron fuego al rancho de Herminio Cuevas, quien ha sido tres o cuatro veces diputado local y quien juega al acitrón de cargos con su hermano Daniel, actual presidente municipal.

El pueblo se enojó porque fueron a pedir la ambulancia (donada por los migrantes de esta zona expulsora de gente, por cierto) al ayuntamiento, y el regidor de Salud la negó, dice una señora, mientras saborea una memela frente al parque de la población.

Fue también porque ahí en su rancho bajó un helicóptero de la Policía Federal, añade el hombre a su lado.

Que no opinen de Oaxaca los que no viven acá: empresarios

Sin dirigir una palabra a las familias de las víctimas, los empresarios oaxaqueños piden su lugar en el conflicto mediante un desplegado que insertan en los diarios locales.

De entrada, envían un mensaje de aliento a los policías federales y estatales: Valoramos y reconocemos su valentía.

A la CNTE le demandan deslindarse de los vándalos y crear las condiciones para que se instale una mesa de diálogo pública.

También piden que Oaxaca sea declarada zona de desastre económico y exhiben su provincianismo: A los actores políticos y sociales que no viven en Oaxaca, les exigimos no opinar sobre la problemática social, política y económica que vive el estado, ya que no lo conocen de fondo, por lo que sus opiniones en la mayoría de los casos confunden y engañan a la opinión pública. Cállense porque confunden. A ver cómo toma el mensaje, por ejemplo, el secretario de Gobernación.

El desplegado lleva la firma de veintena de organismos, con la Coparmex y la Canacintra a la cabeza, pero sus promotores principales son, según conocedores de la política local, Jesús Rodríguez Socorro, cercano a los Murat, padre e hijo, ahora con los pelos de punta por la incendiaria herencia de Gabino Cué.

El otro promotor de la no intervención extranjera en Oaxaca es Gerardo Gutiérrez Candiani, el empresario amigo de Enrique Peña Nieto que quiso jugar a ser candidato a la gubernatura de esta atribulada entidad, que no la consiguió y que ahora remata su desplegado con esta frase muy a la Thatcher: No hay gobiernos que hagan mejores sociedades, pero sí sociedades que hacen mejores gobiernos.

En el bloqueo, los maestros se dan tiempo para desmenuzar los hechos de estos días. Están al pendiente, por ejemplo, de la asamblea estatal que definirá la ruta a seguir una vez que el gobierno ha aceptado un peculiar diálogo.

Examinan también las más recientes expresiones del titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Aurelio Nuño, sobre la necesidad de un diálogo constructivo. Una maestra de prescolar pregunta: “¿Por qué dice que será un diálogo de corte político que no abordará temas educativos?

Para tranquilizarla, un colega suyo, muy informado, batalla con su celular hasta que encuentra la respuesta del titular de la SEP a una pregunta de este diario, formulada en septiembre del año pasado. Dijo entonces el secretario de Educación: Es una reforma política, sin lugar a dudas, y como tal cambia temas administrativos y laborales, pero no se reduce a eso; por eso tiene tal impacto, porque transforma las relaciones políticas dentro del sistema educativo.

Eso es lo que hay que entender por diálogo de corte político, ¿o no?

Fuente La Jornada


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