Redacción •  Internacional •  20/12/2025

La escalada de violencia en el este de la República Democrática del Congo agrava la crisis humanitaria en Burundi

  • ACNUR reitera su llamamiento para poner fin al conflicto en el este de la RDC.
La escalada de violencia en el este de la República Democrática del Congo agrava la crisis humanitaria en Burundi

ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, expresa su profunda preocupación por el agravamiento de la situación humanitaria en Burundi, que ha alcanzado un punto crítico tras la afluencia repentina de personas refugiadas y solicitantes de asilo que huyen de la violencia en el este de la República Democrática del Congo (RDC).

Desde principios de diciembre, más de 84.000 personas que escapan de la escalada de los enfrentamientos en la provincia congoleña de Kivu Sur han cruzado la frontera hacia Burundi. Esto eleva el número total de personas refugiadas y solicitantes de asilo congoleñas en el país a más de 200.000.

Miles de personas cruzan la frontera cada día a pie o en embarcaciones, desbordando los recursos locales y generando una emergencia humanitaria que requiere apoyo internacional inmediato. Las mujeres, los niños y las niñas son los más afectados: llegan exhaustos y gravemente traumatizados, con secuelas físicas y psicológicas de una violencia aterradora. Los equipos de ACNUR se han reunido con mujeres embarazadas que declaran no haber comido en días.

En Burundi, los centros de tránsito y los espacios informales donde se acoge a las nuevas llegadas han superado con creces su capacidad, en algunos casos hasta en un 200 %, dejando a cientos de familias en condiciones insostenibles. La grave escasez de agua y saneamiento aumenta el riesgo de brotes de enfermedades mortales, como el cólera y el Mpox. Es urgente contar con suministros, especialmente refugios, letrinas, agua, alimentos y material médico, para garantizar que las personas reciban la ayuda que necesitan.

El Gobierno de Burundi ha habilitado un nuevo campamento para aliviar la congestión en los centros existentes: Bweru, en la provincia de Ruyigi Buhumuza, al este del país. Hasta ahora, cerca de 21.000 personas refugiadas han sido trasladadas desde los centros de recepción y tránsito a Bweru. Sin embargo, las condiciones allí siguen siendo críticas. Muchas familias duermen a la intemperie por falta de tiendas, expuestas a un condiciones meteorológicas extremas en una zona de gran altitud donde las temperaturas nocturnas descienden bruscamente en medio de lluvias continuas.

Al otro lado de la frontera, en Kivu Sur (RDC), la violencia, los ataques con drones y los bombardeos han obligado a más de 500.000 personas a abandonar sus hogares, muchas de ellas desplazadas varias veces solo en este año. Decenas de escuelas se han convertido en centros de acogida saturados y ya se han detectado los primeros casos de cólera. Los combates siguen limitando el acceso humanitario, dificultando la capacidad para llegar a quienes más lo necesitan. Allí donde es posible, ACNUR y sus socios continúan realizando seguimiento en materia de protección y brindando asistencia vital.

ACNUR reitera su llamamiento para poner fin al conflicto en el este de la RDC. Asimismo, insta a las partes enfrentadas a cumplir plenamente los compromisos adquiridos en los recientes esfuerzos de paz para proteger a la población civil, garantizar un acceso seguro y sin trabas a la ayuda humanitaria y evitar más sufrimiento a millones de congoleños.

A pesar de los desafíos, ACNUR y sus socios hacen todo lo posible para asistir tanto a las personas afectadas en la RDC como a las familias recién llegadas a Burundi. ACNUR está registrando a los recién llegados y proporcionándoles artículos de primera necesidad como utensilios domésticos, mantas y cubos. Junto con el gobierno y otros actores humanitarios, ACNUR también está instalando infraestructuras en el nuevo campamento, como tiendas de campaña, letrinas y depósitos de agua, además de mejorar el acceso por carretera y preparar terrenos para montar más refugios. Los equipos de protección de ACNUR están identificando a personas con necesidades específicas, en particular niñas y niños no acompañados y supervivientes de violencia sexual, para garantizar que reciban el apoyo adecuado.

Sin embargo, las necesidades superan con creces los recursos disponibles. ACNUR solicita 47,2 millones de dólares para los próximos cuatro meses con el fin de asistir a 500.000 personas desplazadas internas en la República Democrática del Congo y hasta 166.000 personas refugiadas en Burundi, Ruanda y otros países vecinos a los que probablemente huyan los congoleños. Si no se recibe rápidamente financiación adicional, la entrega de ayuda seguirá retrasándose y más personas quedarán en situación de riesgo.


República Democrática del Congo /