Crisis en el ejército israelí: cientos piden retiro anticipado
La crisis de personal afecta al ejército israelí, con cientos de militares de carrera, incluidos oficiales clave, solicitando su retiro anticipado.

Medios israelíes informaron este miércoles que las fuerzas armadas enfrentan una creciente crisis de personal, marcada por un notable aumento en las solicitudes de retiro anticipado, en un contexto de evasión del servicio militar, tensiones políticas internas y la prolongada operación en la Franja de Gaza, que ha sobrecargado sus capacidades operativas.
Según el diario hebreo Yedioth Ahronoth, representantes de la dirección de personal del ejército informaron a una comisión del parlamento israelí que alrededor de 600 soldados y oficiales de carrera han solicitado “renunciar” antes de tiempo. Muchos de ellos ocupan puestos clasificados por el propio ejército como “críticos” y difíciles de cubrir desde octubre de 2023, cuando el régimen israelí comenzó su ofensiva en Gaza.
“Hubo casos en los que aplazamos los retiros durante la guerra simplemente porque no tenemos reemplazos”, reconoció un funcionario militar ante los legisladores, subrayando la gravedad del déficit de personal. Según datos oficiales, alrededor del 85 % del personal de carrera se jubila con rangos de teniente coronel o inferiores, lo que, según analistas, afecta especialmente a los mandos intermedios.
El alto responsable de personal, Bar Kalifa, vinculó el deterioro de la situación con la reciente decisión del Tribunal Supremo de anular los suplementos de pensión para oficiales de carrera, una medida que calificó como un golpe a la moral de las tropas. Este fallo llega en un momento en que la guerra ha obligado al régimen a destinar miles de millones de séqueles adicionales, a pesar del apoyo militar estadounidense, que ha cubierto cerca de dos tercios del equipamiento utilizado.
Los informes surgen en medio de intensas protestas de colonos, quienes acusan al gobierno de abandonar las necesidades de las fuerzas armadas mientras continúa la ofensiva en Gaza.
Kalifa señaló que el ejército necesita 12 000 efectivos adicionales para satisfacer sus demandas operativas, a pesar de que miles buscan evitar el servicio militar. “Tenemos más de 17 000 evasores de reclutamiento”, afirmó. “La evasión se ha convertido en la norma”, añadió, destacando que “un ejército de abogados” está dedicado a conseguir exenciones fraudulentas.
La crisis se ve exacerbada por la histórica exención de los hombres ultraortodoxos —los haredíes— cuyo liderazgo mantiene una firme oposición a la conscripción. Líderes religiosos han instado a sus seguidores a desobedecer las órdenes de alistamiento, alimentando protestas que han puesto bajo presión tanto a la policía como al ejército.
La creciente escasez de personal en el ejército israelí refleja el desgaste interno causado por la ofensiva prolongada en Gaza, que hasta la fecha ha cobrado la vida de casi 70 000 palestinos. Los retiros anticipados, la evasión del servicio y la falta de reemplazos muestran que la guerra —marcada por ataques ampliamente denunciados como crímenes contra civiles palestinos— no solo ha generado condena internacional, sino que también está debilitando la propia capacidad militar del régimen.
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