Congreso brasileño flexibiliza polémicas licencias ambientales
La Cámara de Diputados de Brasil aprobó en la madrugada de hoy un proyecto de ley (PL) que flexibiliza las normas de licenciamiento ambiental, tras una votación acelerada con 267 votos a favor y 116 en contra.

Marcada por críticas de organizaciones ecologistas y la oposición gubernamental, la iniciativa, denominada PL de la devastación por sus detractores, recibió previamente aval del Senado.
Ahora espera la sanción del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, en medio de un gabinete dividido y a cuatro meses de la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Clima (COP30), que albergará la Amazonia brasileña.
La ley simplifica los trámites para permisos ambientales, vigente desde 2004 en el debate parlamentario.
Introduce figuras controvertidas como la llamada Licencia Ambiental Especial, que permite saltar etapas de evaluación si el Ejecutivo lo considera estratégico, y la Licencia por Adhesión o Compromiso, basada en autodeclaraciones de los inversionistas sin inspección previa.
El sector agropecuario, principal impulsor, defendió la medida como modernización para destrabar infraestructuras y proyectos económicos.
Organizaciones como Greenpeace y el Observatorio del Clima condenaron la aprobación como «el mayor retroceso ambiental desde la dictadura (1964-1985)», advirtiendo que habilita a empresas a operar sin fiscalización ni consulta a comunidades afectadas.
La ministra de Medio Ambiente, Marina Silva, calificó el texto de «tiro en el pie» para los intereses ambientales y económicos de Brasil, mientras el Instituto Brasileño de Medio Ambiente (Ibama) anunció su impugnación ante la justicia por inconstitucionalidad.
El debate en el pleno, realizado de forma virtual con mayoría conservadora, incluyó enfrentamientos verbales.
La diputada indígena Célia Xakriabá denunció un «ecocidio autorizado» y afirmó: «El dinero no sustituirá a los bosques».
En contraposición, el relator Zé Vitor (Partido Liberal) insistió en eliminar «burocracias ideológicas» para dar «garantías a emprendedores».
Si Lula veta el proyecto, el Congreso Nacional podría anularlo con mayoría absoluta (257 diputados y 41 senadores), un escenario factible dada la actual correlación de fuerzas.
La decisión ocurre cuando Brasil promueve el programa Mercosur Verde, bajo su presidencia pro témpore del bloque y prepara la COP30 en Belém, capital del norteño estado de Pará, donde buscará liderar compromisos climáticos globales.
El Mercado Común del Sur (Mercosur) es un proceso de integración regional creado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, con el objetivo de crear un espacio común que impulse el comercio, la inversión y la integración competitiva de las economías nacionales.
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