Redacción •  Internacional •  16/01/2023

La crisis sanitaria de Reino Unido continúa socavando la salud de la población británica

El sistema público de salud británico, el NHS (National Health Service), atraviesa una de las situaciones más complejas con millones de pacientes en lista de espera y miles de profesionales en huelga, haciendo muy compleja la situación para los numerosos pacientes que requieren asistencia.

La crisis sanitaria de Reino Unido continúa socavando la salud de la población británica

Una huelga más de los servicios públicos ingleses

El Reino Unido está atravesando una situación complicada desde mediados del año pasado. Con una tasa de inflación superando el 10%, el impacto del brexit, la crisis de gobierno y la pérdida generalizada de poder adquisitivo, las familias y los hogares están luchando por mantener su nivel de vida y garantizar sus servicios básicos.

Desde el Invierno del Descontento de 1978 y 1979 no se han visto tantas huelgas como en este diciembre de 2022: trabajadores de múltiples servicios públicos como personal universitario, bomberos, conductores de autobús, trabajadores postales, de seguridad fronteriza y ferroviarios han reivindicado la necesidad de incrementar sus salarios mediante paros de servicio de distinta duración.

Los sindicatos (quienes tradicionalmente han liderado las huelgas en Reino Unido) convocaron distintas jornadas de paros en diciembre cuando el gobierno anunció un aumento salarial del 4,5% para el personal del servicio de salud este año, muy por debajo de lo esperado.

Diez años de erosión salarial en el sector sanitario, impactando en los profesionales y en la atención

El sector salud se ha visto especialmente afectado por una política de austeridad salarial, que ha afectado además al número de personas que se decantan por esta profesión. Esto es especialmente evidente en el sector de enfermería: lleva más de diez años de congelación salarial, y se estima que su salario es el que más ha disminuido frente a cualquier otro sector, de acuerdo a un informe de London Economics publicado en Octubre de 2022 y que lleva como esclarecedor título: ‘Una década de erosión salarial: el efecto destructivo en la retención y los ingresos del personal de enfermería’.

Con la inflación actual y las proyecciones futuras, se estima que para que una persona profesional del sector enfermería tuviera el mismo poder adquisitivo que en 2010-2011, necesitaría una subida de sueldo cercana al 45-50%. Esta situación es similar en profesiones adyacentes dentro del sector sanitario, como las del personal de ambulancias.

Teniendo en cuenta esta situación, el Royal College of Nursing (RCN) representando al sector enfermería, convocó sus primeras huelgas en más de 100 años de historia el pasado mes de diciembre y se esperan nuevas huelgas durante este mes de enero, al igual que en el sector de los profesionales de las ambulancias.

Esta situación está captando la atención de los medios principalmente por los efectos en las personas: la población en general percibe una degradación evidente del NHS y los servicios a los ciudadanos, lo que en este sector se convierte directamente en coste en vidas.

Los tiempos de espera están en máximos históricos: en noviembre del 2022 casi la mitad de las personas que requirieron los servicios de salud tuvieron que esperar más de cuatro horas y una de cada cuatro solicitudes de traslado en ambulancias no pudo ser atendida. Además, la imposibilidad de concertar una cita con el médico de cabecera y la ausencia de profesionales en los hospitales está llevando a muchas personas al autodiagnóstico y a la automedicación.

La postura del gobierno británico

Ante esta situación, el ‘premier’ conservador se mueve en aguas turbulentas al intentar contentar a las dos partes y ofrecer salidas que, sin embargo, no le comprometan a futuro: está intentando acercar posturas con los sindicatos manteniendo reuniones en las que intentar resolver la situación, a la vez que se mantiene firme dentro del partido propiciando una ley antihuelgas que limite el derecho de determinados sectores esenciales a mantener paros y con obligatoriedad de servicios mínimos de seguridad para (de acuerdo a Sunak) proteger los derechos de la gente trabajadora.

En una primera ronda de negociaciones mantenida la pasada semana, y tras mantener una postura inflexible que desató las iras de los sindicatos, Rishi Sunak se posicionó a favor de cumplir con las demandas de los sanitarios en materia de salarios, aunque vía pagas extraordinarias ligadas a productividad en lugar de aumentos de sueldo consolidables, lo que no ha logrado contentar a los sindicatos para desconvocar los paros, con lo que por el momento la situación se mantiene igual.

Será necesario esperar a ver las posturas de las diferentes partes las próximas semanas para ver si Rishi Sunak, en ocasiones tachado de alejado de los problemas reales de los ciudadanos y  más centrado en convertir Reino Unido en un centro financiero donde comprar criptomonedas que donde vivir bien, cede a las demandas de los profesionales del sector sanitario.