Redacción •  Internacional •  12/12/2020

Alianza por la Solidaridad reclama financiación a los países en desarrollo para afrontar el cambio climático

  • A cinco años de la firma de los «Acuerdos de París», la ONG reclama que se cumplan los compromisos para crear un fondo de pérdidas y daños.
  • 2020 ha sido un año de graves pérdidas causadas por el cambio climático: huracanes en Centroamérica, inundaciones en Senegal o Somalia y sequías.
Alianza por la Solidaridad reclama financiación a los países en desarrollo para afrontar el cambio climático

Cuando se cumplen cinco años del Acuerdo de Paris sobre cambio climático, los países más pobres del mundo continúan reclamando ayuda financiera ,no sólo para adaptarse a los impactos que supone un aumento global de las temperaturas, sino para poder recuperarse de los desastres, como son inundaciones, tifones, sequías y huracanes, que están obligando a cientos de miles de personas a dejar sus territorios.

Se estima, según un informe elaborado por Action Aid Internacional, que para 2030, el costo anual global de reparación de pérdidas y daños asociados específicamente relacionadas con el cambio climático será de unos 300.000 millones de dólares, aumentando otros 1.200 por año para 2060.

La última cumbre celebrada en Timbú (capital de Bután) esta misma semana, que ha reunido a los dirigentes de los países menos desarrollados, han vuelto a poner de manifiesto la falta de apoyo que sus gobiernos tienen para poner en marcha sus planes de acción climática y mucho menos para recuperarse tras una catástrofe. El llamamiento en demanda de ayuda se ha producido coincidiendo con la cumbre climática virtual a la que asistirán más de 70 jefes de Estado hoy, 12 de diciembre, que marca el quinto aniversario de la firma del Acuerdo de París. Si bien se espera que muchos líderes mejoren en esta cita sus objetivos de reducción de emisiones carbono, hasta ahora ha habido pocas señales de que vaya a aportarse dinero nuevo mirando a los países más pobres.

En este sentido, hace ya una década que los países desarrollados aprobaron la creación del Fondo Verde del Clima y se comprometieron a movilizar unos 100.000 millones de dólares al año (unos 82.000 millones de euros) para financiación climática, pero sigue habiendo un gran déficit. Hasta este momento este Fondo Verde del Clima lleva comprometidas aportaciones por 6.000 millones de euros y menos de 4.000 millones ya están implantados en proyectos. Si se suman los cofinanciadores se llega a los 19.200 millones de euros, una cuarta parte de lo comprometido.

Si se suma toda la financiación climática (incluida la privada) a países en desarrollo, según los últimos datos de la OCDE de 2018, asciende a 65.000 millones. Pero no todo este dinero es destinado a la adaptación y la mitigación (apenas el 20% de esa cantidad según la ONU) y los recortes de muchos países en sus presupuestos de ayuda a la cooperación internacional este 2020 debido a la crisis económica no augura nada bueno. De hecho, países como Ruanda señalaron en Bután que para cumplir sus compromisos de reducciones necesitan unos 5.300 millones de los que no disponen. Y lo mismo ocurre en muchos otros lugares del continente africano, que se enfrenta ahora, además, a una grave situación económica debido a las pérdidas ocasionadas por el COVID-19.

En este balance, importancia fundamental tiene para Alianza por la Solidaridad-Action Aid recordar que millones de personas ya se están enfrentando a desastres ambientales causados por el cambio climático. Los recientes huracanes Eta e Iota han dejado a cientos de miles de familias de Centroamérica sin hogares y, como desplazados climáticos, ya están moviéndose hacia el norte a falta de medios para subsistir y reconstruir sus vidas. De igual modo, en Somalia estas últimas semanas graves inundaciones han generado desplazamiento de miles de personas; en Senegal, también por inundaciones, se han destruido cosechas que dejan sin recursos a miles de familias campesinas; y en Ruanda 140 personas y más de 3.000 hogares han sido destruidos por deslizamientos debido a lluvias extremas. Son sólo unos ejemplos de lo que está pasando.

En la Cumbre del Clima de 2013, los países crearon el llamado Mecanismo Internacional de Varsovia para abordar concretamente las pérdidas y los daños que ya están causando desastres climáticos, pero los países ricos, cuyas emisiones de carbono han generado el problema,  se resisten a respaldarlo. En sólo 20 años, las pérdidas globales por estos desastres relacionados con el clima suponen 3.000 millones de dólares, según datos de la ONU, si bien pueden ser muchos más.

Desde Alianza por la Solidaridad-Action Aid defendemos que hay que poner en marcha impuestos progresivos, como el impuesto a la extracción de petróleo, gas y carbón y el impuesto a las transacciones financieras, para poder financiar estos daños y pérdidas que generan miseria y desplazamientos que no se buscaban. Asimismo, hay que dejar de apoyar con subsidios estatales los combustibles fósiles para abordar una ‘transición justa’ hacia una economía global baja en carbono.

Según un estudio realizado por Action Aid, sólo con un impuesto a los daños climáticos que genera la industria de los combustibles fósiles se ingresarían entre 62.000 y 124.000 millones de euros, pagando 5 euros por tonelada de CO2. Con un impuesto a las transacciones financieras que cubra la Unión Europea, podrían recaudarse otros 52.000 millones, a los que habría que sumar los subsidios que no se pagarían al sector que genera el problema.

Son retos que la comunidad internacional tiene por delante de cara a las futuras cumbres climáticas, partiendo del hecho incuestionable para la ciencia, de que el cambio climático ya está aquí y está impactando gravemente a millones de personas que no son quienes han generado el problema más grave al que se enfrenta la humanidad de cara al futuro.


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