La pugna por la hegemonía mundial bloquea en Bonn importantes avances en materia de mitigación
- Concluye la primera semana de negociaciones climáticas en Bonn con posiciones muy enfrentadas entre los países, especialmente en el programa de trabajo sobre mitigación.
- La lucha de los países por sus propios intereses nacionales y económicos está poniendo en riesgo un acuerdo satisfactorio.
- Los países del sur global señalan que la financiación no está llegando y que es necesaria y esencial para tomar acciones reales.
La primera semana de negociaciones climáticas en Bonn ha dejado patente la enorme distancia entre los países. Además, se está dejando de lado la solidaridad internacional al tiempo que se pone la lucha climática en jaque. Este es análisis de la delegación de Ecologistas en Acción en la ciudad alemana donde, desde el comienzo de las negociaciones, se ha producido una enorme tensión, especialmente por la decisión de si incluir o no en la agenda la definición de un programa global de mitigación.
Para la organización ecologista, este debate está mostrando la prevalencia de los intereses económicos nacionales sobre la creación de instrumentos y fondos capaces de enfrentar la emergencia climática.
La pasada COP27 en Egipto se cerró con el acuerdo sobre la creación de un plan de trabajo de mitigación que fuera capaz de concretar medidas para incrementar rápidamente la reducción de emisiones y dar solución a las distintas barreras tecnológicas, administrativas y financieras de cara a avanzar en la transición energética mundial.
Este plan de trabajo debía recoger las conclusiones del diálogo sobre el Balance Global para lograr que los próximos compromisos presentados por los países (NDC) incrementen de forma sustancial la reducción de las emisiones. En definitiva, se decidió crear una hoja de ruta que fuera capaz de dar garantías reales a muchos de los países del sur global para el acceso a la alimentación, a la energía y a una vida digna.
Sin embargo, los negociadores en Bonn están siendo incapaces de acordar un texto que permita iniciar estos debates. El bloqueo se basa en las diferencias que existen en torno a los contenidos que debe de tener este programa de trabajo.
Muchos de los países del norte global vuelven a restringir cualquier discusión a temas de carácter tecnológico, mientras el sur global señala la necesidad de financiación para un desarrollo alternativo que no implique seguir incrementando el consumo de combustibles fósiles. Además, esta situación se ve agravada por el conflicto por la hegemonía mundial entre EEUU y China, junto a la complicidad de países productores de petróleo como Arabia Saudí o Rusia, que se niegan a cualquier reducción del consumo de combustibles fósiles.
Ecologistas en Acción incide en que la discusión sobre qué debe o qué no debe incluir este programa de trabajo de mitigación no tiene ningún sentido mientras no se acuerde con claridad un programa de trabajo. Es más, la discusión sobre la incorporación o no de una financiación para ayudar a los países más vulnerables en la puesta en marcha de medidas de mitigación ya fue aprobada en el Acuerdo de París.
En su artículo 9, este acuerdo establece la obligación de los países más responsables históricamente de las emisiones a apoyar la mitigación con financiación adicional, mientras alienta a otros países a incrementar ese apoyo según sus respectivas capacidades.
Javier Andaluz, coordinador de Clima y Energía en Ecologistas en Acción, ha declarado: “La emergencia climática es un problema global, para el que necesitamos una respuesta completa a través de acuerdos fuertes tanto en mitigación, financiación, adaptación y pérdidas y daños. Exigimos que los gobiernos actúen de una vez, para transformar el sistema económico depredador que nos ha llevado a las múltiples emergencias y dejen de pelearse por las migajas de un mundo basado en los combustibles fósiles que debe desaparecer”.
Marina Gros, responsable de la campaña Gas no Es Solución de la organización ecologista, ha añadido: “Resulta inasumible que países altamente emisores y productores de petróleo se nieguen a enfrentar las reducciones necesarias. Implementar los criterios de justicia climática y deuda histórica es una obligación que ha sido acordada en numerosas ocasiones, que debe de reparar los daños climáticos y sociales ocasionados por el modelo de vida del norte global. No se puede obviar que millones de personas sufren las consecuencias de un sistema colonial, depredador de la vida y del clima”.
La organización ecologista ha declarado que en esta segunda semana de negociaciones seguirá exigiendo la desaparición de los combustibles fósiles, el neocolonialismo o el extractivismo “como única alternativa real a los millones de personas a quienes se les está robando el presente y el futuro”.