Dimite el canciller austriaco Sebastian Kurz asediado por el escándalo del desvío de fondos a prensa
- La fiscalía investiga al canciller y su entorno por los cargos de malversación y soborno, tras revelarse el presunto desvío de fondos públicos a medios de comunicación para promocionar su imagen entre 2016 y 2017.
El canciller austriaco Sebastian Kurz ha presentado su dimisión este sábado, en un esfuerzo por desactivar una crisis gubernamental provocada por el anuncio de la Fiscalía de que investiga al canciller por presunta corrupción. A pesar de su renuncia al cargo, Kurz ha reiterado su inocencia, tachando las acusaciones de «falsas».
“Lo que es necesario ahora son relaciones estables. Por tanto, quiero —para aclarar un punto muerto— dar un paso al lado para evitar el caos y garantizar la estabilidad”, hizo hincapié en una rueda de prensa.
La Fiscalía de Austria sospecha que Kurz y su círculo cercano desviaron fondos estatales con el fin de comprar publicaciones en la prensa favorables a su figura. Los hechos en cuestión presuntamente tuvieron lugar entre los años 2016 y 2018.
Kurz ha propuesto al actual ministro de Exteriores, Alexander Schallenberg, como sucesor al frente del ejecutivo austriaco. El ya ex canciller sostiene que la propuesta tiene como fin mantener la estabilidad dentro de la coalición del Gobierno, siendo Schallenberg del Partido Verde. El objetivo de este movimiento es evitar in extremis el desplome del conservador Partido Popular Austriaco (ÖVP por sus siglas en alemán), y la conformación de un bloque que lo expulse del gobierno con el apoyo de socialdemócratas y los liberales.
Convertido en canciller por primera vez en diciembre de 2017, Sebastian Kurz se encontraba al frente del gobierno desde enero del 2020 en coalición con Los Verdes, tras las elecciones anticipadas de septiembre del 2019, que se convocaron después de la caída en mayo del anterior Ejecutivo de Kurz, debido a otro escándalo de corrupción.