Redacción •  Internacional •  05/11/2021

ACNUR exhorta a los gobiernos a acelerar los avances y resolver la situación de las personas apátridas en el mundo

Se requieren más acciones para resolver la situación crítica en la que se encuentran millones de personas que aún no cuentan con ciudadanía todo el mundo, ha señalado hoy ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, con motivo del séptimo aniversario del lanzamiento de la campaña #IBelong (#YoPertenezco) para acabar con la apatridia.

ACNUR exhorta a los gobiernos a acelerar los avances y resolver la situación de las personas apátridas en el mundo

Se han logrado importantes avances en los últimos años; sin embargo, los gobiernos deben hacer mucho más para cerrar las brechas jurídicas y de políticas públicas que mantienen a millones de personas en la apatridia o que permiten que niños y niñas nazcan como apátridas”, señaló Filippo Grandi, Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados.

La apatridia – es decir, no ser reconocido por ningún país como ciudadana o ciudadano – afecta a millones de personas en todo el mundo. A menudo, las personas apátridas no pueden acceder a derechos fundamentales como asistir a la escuela, trabajar legalmente, recibir atención médica, contraer matrimonio o registrar el nacimiento un hijo.

Desde que ACNUR lanzó la campaña #IBelong en 2014 para llamar la atención sobre este problema y abogar por el fin de la apatridia a nivel mundial, más de 400.000 personas apátridas en 27 países han obtenido una nacionalidad. Además, decenas de miles de personas en Asia, Europa, África y las Américas se encuentran en el proceso de adquirir la ciudadanía como resultado de cambios legislativos recientemente adoptados.

En los últimos siete años, 29 Estados se han adherido a las Convenciones sobre la apatridia, lo que refleja una mayor voluntad política para acabar con esta lacra.

Nos alegra esta dinámica mundial que existe actualmente para acabar con la apatridia, la cual podemos erradicar si los Estados aúnan esfuerzos. No obstante, salvo que los avances se aceleren, los millones de personas que aún no cuentan con una nacionalidad permanecerán en una situación de limbo jurídico, sin poder acceder a sus derechos humanos, ni siquiera los más fundamentales”, señaló Grandi.

Las causas de la apatridia son diversas y tienden a ser resultado de lagunas o fallos en la legislación nacional o en su aplicación. La discriminación – especialmente por origen étnico, motivos religiosos, o género – es uno de los detonantes principales de la apatridia.

Al no ser reconocidas como ciudadanas, las personas apátridas suelen estar privadas del ejercicio de sus derechos o del acceso a servicios básicos. En consecuencia, se les margina en lo económico y en lo político, y quedan expuestas a la discriminación, la explotación y abusos. Asimismo, se dificulta su acceso a pruebas, tratamientos o vacunas contra la COVID-19, y tienen un acceso limitado a apoyo o protección frente a riesgos climáticos.

Los gobiernos tienen la facultad – en ocasiones, mediante tan solo una firma o modificaciones legales relativamente sencillas – de adoptar reformas jurídicas y políticas públicas que permitan que las personas apátridas en sus territorios adquieran una nacionalidad o que prevengan la apatridia en su conjunto. Se trata de una cuestión que se puede prevenir y resolver con relativa facilidad.

La campaña de ACNUR #IBelong (#YoPertenezco), que inició hace casi una década, exhorta a los Estados a acabar con la apatridia hacia 2024.


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