La Prensa Gráfica •  Internacional •  04/11/2021

Desaparecidos ya superan cifra de homicidios en El Salvador

Entre enero y septiembre de este año Fiscalía reportó 936 denuncias por desaparecidos, contra 899 homicidios. El patrón está incluso en municipios priorizados dentro del Plan Control Territorial y sigue en alza.

Desaparecidos ya superan cifra de homicidios en El Salvador

La Presidencia de la República, a través de su página web, destacó ayer la «baja sustancial en el índice de criminalidad en El Salvador», haciendo alusión a la baja en las cifras de homicidios. Pero lo que omitió mencionar es que las mismas cifras oficiales que revelan el descenso en los asesinatos también contienen un alza en las desapariciones, incluso en municipios priorizados por el Plan Control Territorial.

Datos de la Fiscalía General de la República (FGR) revelan que entre el 1 de enero y el 30 de septiembre de 2021 la institución había recibido 936 denuncias de desapariciones, mientras que el Instituto de Medicina Legal (IML) reportó, en el mismo período de tiempo, un total de 899 homicidios.

Con cifras más actualizadas, hasta el 2 de noviembre, Presidencia afirmó ayer que se registran a escala nacional 936 asesinatos, mientras que la FGR sostuvo ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) a finales del mes pasado que las desapariciones hasta la primera quincena de octubre ya rondaban los 1,116 casos.

En cualquiera de los dos casos las cifras de desaparecidos presentan una tendencia al alza y apuntan a terminar por encima de los homicidios al cierre de 2021, lo que según especialistas pone en entredicho el éxito del plan de seguridad del actual gobierno, pues no se trataría en realidad de un descenso de muertes violentas, sino de un ocultamiento del delito.

Verónica Reyna, especialista en el tema del Servicio Social Pasionista, cree que este fenómeno está íntimamente ligado al control que pelean las pandillas con el gobierno en el territorio y sostiene que «ver que las desapariciones ocurren de manera mayoritaria también en municipios con el Plan Control Territorial demuestra que ese control sigue en manos de estructuras criminales, pero no del Estado».

Presidencia destacó ayer en su página web que «entre las delegaciones policiales donde se reporta la reducción más significativa (de homicidios) en el país están: San Salvador, San Miguel y Soyapango, consideradas en las pasadas administraciones como zonas de alta peligrosidad ante el accionar de miembros de pandillas».

Pero esa versión es fácilmente refutada también con cifras oficiales, pues los datos demuestran (ver mapa) que si bien en estos tres municipios los asesinatos han bajado, las desapariciones se han incluso duplicado, como el caso de Soyapango (69 desapariciones contra 17 homicidios hasta septiembre).

«Aunque hay una disminución general de varios delitos, no solo de homicidios sino de delitos vinculados al ejercicio violento y criminal de las pandillas en los territorios, esa reducción muy probablemente pudiera estar más relacionada al hecho de que las pandillas hayan tomado la decisión, ya sea por decisión propia o por un acuerdo con el Estado, de reducir su actividad criminal para obtener un beneficio. Esto puede estar influyendo», analizó Reyna tras estudiar las cifras.

La especialista sostiene que la baja de homicidios no implica forzosamente que las zonas ahora ya no son peligrosas, pues las pandillas están recurriendo a las desapariciones para mantener su poder.

EN CONSTANTE ALZA

Los datos de Fiscalía y Medicina Legal permiten constatar que las cifras de desaparecidos comenzaron a superar con creces a las de homicidios a partir de abril de este año, hasta llegar al punto que en septiembre había 108 casos de búsqueda contra 61 asesinatos.

El fenómeno se puede apreciar con mayor magnitud en los departamentos de Cuscatlán, La Libertad, San Salvador y Santa Ana, donde se concentra buena parte de las desapariciones.

Para Jeannette Aguilar, analista en seguridad pública e investigadora del tema de las desapariciones, estos datos solo confirman lo que ya vislumbraba desde años atrás y confirma que no se ha hecho nada nuevo para evitarlo.

«Una lectura global entre los datos de reportes de personas desaparecidas y los homicidios indica que se mantiene la tendencia de los últimos cuatro años, en los que las desapariciones superan la cifra oficial de homicidios. Pero en cuanto a este año, es alarmante que el 60 % de los reportes de desapariciones y el 37 % de los homicidios registrados se hayan producido en los 22 municipios priorizados según el Gobierno, por el Plan Control Territorial», destacó Aguilar.

Un análisis del International Crisis Group (ICG) publicado en 2020 cuestionó si el desplome de la violencia en El Salvador era una realidad o un espejismo y señaló que pueden existir otros factores más allá del Plan Control Territorial, como una posible tregua entre pandillas y gobierno. Relacionado a esto, en septiembre LA PRENSA GRÁFICA documentó reuniones del director de Centros Penales, Osiris Luna, con líderes de pandilla en el Hospital de Zacatecoluca.

«Si bien la tasa oficial de homicidios disminuyó durante la tregua, las desapariciones aumentaron, lo que sugiere que la disminución real de los asesinatos fue menor a la reportada», expresó el ICG en su reporte regional de julio 2020.

Aguilar también cree que, pese a que Fiscalía ofrece «cifras oficiales», hay ciertas interrogantes sobre ellas . «Me queda la duda sobre el dato que están manejando en la Fiscalía ahora, porque entre el 1 de enero y el 15 de abril de 2021 la Unidad Especializada de Personas Desaparecidas ya contabilizaba 793 denuncias, según me confirmó el jefe de la unidad», expuso Aguilar sobre la posibilidad de que la FGR esté manejando menos cifras intencionalmente para aminorar el problema.

Aún con esas dudas, Aguilar sostiene que las cifras son contundentes en demostrar que hay un fracaso gubernamental en el tema. «Estos datos no sólo cuestionan los supuestos éxitos del Plan Control Territorial en términos de reducción, sino que develan un efecto paradójico o adverso del plan. Aunque no se puede afirmar que todo reporte de desaparecido equivale a un homicidio que ha sido ocultado, dada la extendida modalidad criminal de privar de libertad, asesinar y ocultar el cuerpo, existe la probabilidad de que un porcentaje de esos desaparecidos sean efectivamente homicidios cuyos restos no han sido localizados», añadió.


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