Redacción •  Internacional •  04/05/2025

ACNUR: La crisis de financiación aumenta los riesgos de violencia, peligro y muerte para los refugiados

  • Esta situación ha dejado a los refugiados a los más vulnerables a sufrir daños, explotación y abusos, careciendo de acceso a asistencia legal, atención médica y apoyo económico.
ACNUR: La crisis de financiación aumenta los riesgos de violencia, peligro y muerte para los refugiados

Los profundos recortes de financiación en ayuda humanitaria a nivel internacional están privando a las personas refugiadas más vulnerables de un apoyo crítico, exponiéndolas a mayores riesgos de sufrir abusos, pobreza, retorno forzado a sus hogares aún en situación de peligro la posibilidad de tener que emprender nuevos viajes peligrosos, advirtió hoy ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados.

Dos tercios de los refugiados son acogidos en países vecinos, la mayoría de los cuales cuentan con recursos limitados. La reducción de la financiación está afectando especialmente a estos refugiados ya sus comunidades de acogida, que ya se encuentran al límite de su capacidad.

ACNUR ya está constatando las consecuencias de esos recortes , dado que se están reduciendo o eliminando ciertas actividades destinadas a estabilizar y apoyar a las poblaciones en países de acogida frágiles. La perspectiva de alcanzar soluciones a largo plazo también es cada vez más reducida, lo que complica la gestión fronteriza, incrementa los riesgos de trata de seres humanos y abusos, y fomenta movimientos secundarios de población, exponiendo a más personas al riesgo de morir ahogadas en el mar.

La falta crónica de financiación ya era un problema previamente: las respuestas para los refugiados de Sudán, Sudán del Sur, Myanmar y la República Democrática del Congo (RDC) ya tenían importantes dificultades antes de los recortes actuales. En 2024, los programas para prevenir la violencia de género apenas fueron financiados en un 38 por ciento en el marco de los seis Planes Regionales de Respuesta para los Refugiados. Esta situación ha dejado a los refugiados a los más vulnerables a sufrir daños, explotación y abusos, careciendo de acceso a asistencia legal, atención médica y apoyo económico.

Hay más de 17,4 millones de niños y niñas refugiados en riesgo de sufrir violencia, abusos, explotación, trata o separación de sus familias. Si no se ofrece una respuesta rápida y de calidad en materia de protección infantil, esto tendrá consecuencias a largo plazo para su bienestar y desarrollo . Los niños y niñas también están más expuestos a sufrir abusos, matrimonio infantil y reclutamiento por parte de grupos armados.

La reducción de la financiación de programas comunitarios y de socios locales afectará a las redes locales de ACNUR, impactando nuestra capacidad para desempeñar labores de protección, particularmente en emergencias . En Bangladesh , los programas centrados en aumentar el liderazgo y la seguridad de las mujeres se han suspendido parcialmente; 10 centros comunitarios dirigidos por mujeres han detenido sus actividades, con un impacto en 109.000 refugiados y 32.000 nacionales bangladesíes.

El apoyo de ACNUR para el registro de nacimientos en áreas remotas que acogen a refugiados en la RDC se ha reducido, dejando a más del 85 por ciento de los 14.000 niños refugiados centroafricanos y sursudaneses menores de cuatro años en riesgo de apatridia . En el sur de África , la capacidad de ACNUR para mantener el acceso al asilo, garantizar la documentación y brindar protección se está viendo comprometido.

En el Este y Cuerno de África y la región de los Grandes Lagos , 850.000 personas desplazadas ya no recibirán asistencia legal crucial. En Colombia , la documentación de más de 500.000 venezolanos está en riesgo. Sin papeles, estas personas tendrán dificultades para establecerse, acceder a atención médica, educación y empleo, aumentando su vulnerabilidad.

Asimismo, algunos refugiados pueden verse obligados a regresar a sus hogares en condiciones peligrosas , mientras que a otros que están listos para regresar voluntariamente se les puede negar la oportunidad. Por ejemplo, 12.000 refugiados centroafricanos en Chad y Camerún que desean regresar a sus hogares se han quedado sin apoyo para poder hacerlo. En Siria , más de medio millón de refugiados han regresado a pesar de la inestabilidad actual, pero la posibilidad de que su reintegración sea sostenible depende de una mejor financiación. También se ha visto afectado por los recortes el apoyo para que 20.000 sirios puedan regresar cada mes desde Turquía.


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