Al Mayadeen •  Internacional •  03/05/2022

Denuncian posible presencia de grupos neonazis en Colombia

Su principal objetivo para el ataque son las poblaciones minoritarias

Denuncian posible presencia de grupos neonazis en Colombia

Comunidades de Colombia piden al gobierno que investigue a fondo el actuar de algunos grupos neonazis que están inspirando el terror en algunos conjuntos poblacionales, sobre todo en la capital.

De acuerdo con un artículo de la revista colombiana Cambios, videos que circulan en las redes, muestran la violencia en los ataques de un grupo que se hace llamar La Tercera Fuerza y que ha sido responsable de varias agresiones y amenazas en Bogotá.

La concejala Heidy Sánchez, de la Unión Patriótica denunció el hecho en múltiples ocasiones y señaló que estos grupos neonazis han difundido volantes, stickers y afiches que atacan a la comunidad inmigrante venezolana, poniéndola en riesgo y fomentando su estigmatización.

Así mismo, se han corroborado casos en los salen a golpear a habitantes de la calle, migrantes, mujeres trabajadoras sexuales e integrantes de la comunidad LGTBIQ+. Todos aseguran que su presencia es fuerte y aterrorizante.

Fueron también integrantes de la llamada Tercera Fuerza, quienes atacaron a la población misak durante el reciente paro nacional en Colombia.

Algunos de los líderes de estos grupos se mueven en líneas de delincuencia más complejas. Uno de ellos, posiblemente el más visible, fue el caso de Alfredo Devia, asesinado en 2014 y que, luego de su muerte, se le revelaron nexos con el grupo paramilitar Los Rastrojos.

Otro ejemplo de líderes problemáticos es el de Eduardo Romano, un militante de la Tercera Fuerza que hizo incursiones en la política, acompañó en algunos foros a la entonces candidata a la Cámara María Fernanda Cabal y fue uno de los representantes de la fundación Colombia Herida, que agremia a víctimas de la guerrilla.

En ese sentido Sánchez señaló cuando algunos líderes políticos dentro del Gobierno estigmatizan a los inmigrantes o a las poblaciones minoritarias, estos grupos se sienten alentados y, sobre todo, respaldados en sus discursos de odio.


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