Redacción •  Internacional •  02/02/2021

Preocupante aumento de la violencia de género entre las refugiadas sirias en Jordania debido a la COVID-19

  • El 35% de las mujeres refugiadas y jordanas aseguran que han sufrido algún tipo de abuso desde que comenzó la pandemia.
  • Pese a la situación, Alianza por la Solidaridad-ActionAid mantiene servicios de apoyo a las víctimas de violencia, con especial apoyo a las refugiadas sirias.
Preocupante aumento de la violencia de género entre las refugiadas sirias en Jordania debido a la COVID-19

Madrid/Amman 02/02/2020.- El incremento de la violencia de género y el deterioro de la situación económica de la población refugiada siria en Jordania está colocando en situación extrema a decenas de miles de familias, y especialmente a las mujeres, que llevan ya una década desplazadas por un conflicto que continúa y que impide el regreso a sus hogares en Siria.

Los últimos datos disponibles (noviembre de 2020) indican que actualmente Jordania tiene 751.860 personas refugiadas de 57 nacionalidades distintas, si bien la mayoría son de origen sirio. De ellas, el 83% vive en zonas urbanas y el resto continúan en tres campos de refugiados.

Alianza por la Solidaridad-ActionAid está detectando cómo la pandemia de COVID-19 incide en un aumento exponencial de la vulnerabilidad de las mujeres refugiadas. Uno de los impactos más graves que detecta la organización entre la población femenina jordana y refugiada que atiende es el aumento de la violencia de género. Según una encuesta, realizada en Jordania por el Centro de Estudios Estratégicos del país, el 62% de las mujeres encuestadas en Jordania siente más riesgo de sufrir violencia física o psicológica como resultado del aumento de tensiones en el hogar y el aumento de la inseguridad alimentaria.

Medidas como el toque de queda supusieron un aumento en la frecuencia de la violencia doméstica para un 16%, y el 35% asegura que ha sido objeto de al menos una forma de abuso doméstico, lo que supone  un aumento del 10% respecto a la situación anterior. El 58% ha sido víctima de abuso por parte de un familiar masculino (25% del padre, 16,5% del esposo y el 16,5% del hermano). Entre las formas de violencia mencionan la violencia verbal (48%), la violencia psicológica (26%), la negligencia (17%) y el abuso físico (9%).

Además, la situación generada por la COVID-19 ha dificultado el acceso de las mujeres a los servicios de prevención y protección frente a estas manifestaciones de violencia machista.

Alianza por la Solidaridad-ActionAid considera prioritario que las cientos de miles de personas refugiadas sigan siendo objeto de apoyo por parte de la comunidad internacional, especialmente las mujeres, en un contexto que está agravando su situación. “Con la pandemia vemos que están incrementándose todos los tipos de violencia que sufren las refugiadas, tanto física como psicológica y económicamente, a la vez que están quedando más desprotegidas; por ello es fundamental que no nos olvidemos de que sólo en Jordania son cientos de miles, que no pueden regresar a su país de origen y que su situación es muy precaria”, ha declarado Marta Sanchiz responsable de Alianza por la Solidaridad- ActionAid en el país.

Pese a las dificultades, Alianza por la Solidaridad-ActionAid mantiene el desarrollo de programas de fortalecimiento de las capacidades de las organizaciones comunitarias de base en las zonas de acogida de refugiadas en las localidades de Mafraq, Ajloun, Zarqa, Irbid y Amman. El objetivo es mejorar tanto la detección, como la derivación de casos de violencia de género a servicios de atención sanitaria, psicosocial y social de calidad.  Especialmente en las mujeres supervivientes de violencia de género, con especial atención a aquellas con mayores vulnerabilidades, como son las mujeres refugiadas, las que sufren algún tipo de diversidad funcional o aquellas que encabezan unidades familiares en solitario.

Paralelamente, según el estudio el 99% de las mujeres que tenían un trabajo informal antes de la pandemia lo han perdido. Esto es especialmente grave teniendo en cuenta que las mujeres refugiadas sólo tienen acceso en su mayoría al sector informal. En consecuencia, más de la mitad de las encuestadas indica que ya no tienen dinero suficiente para mantener los suministros de su hogar más allá de los dos días siguientes y la mayoría tienen que recurrir a préstamos, venta de algunos bienes o ayudas de terceras personas. Otras muchas, han utilizado los escasos ahorros que habían logrado hacer para poder salir adelante.

Durante la pandemia, se han distribuido kits de primera necesidad a un total de 240 mujeres especialmente vulnerables en Ajloun e Irbid, donde viven muchas refugiadas. Asimismo, se están desarrollando proyectos de empoderamiento económico y de mejora de la participación de las mujeres en la vida política y los espacios de decisión de las comunidades.

En Jordania hemos incrementado nuestros esfuerzos, en coordinación con otras organizaciones y agencias de las Naciones Unidas, por analizar y encontrar soluciones útiles para seguir llegando a las mujeres más vulnerables, a pesar de las restricciones a la movilidad y al acceso a recursos que está implicando la pandemia” añade Sanchiz.

Últimos datos sobre población refugiada en Jordania


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