Colonos atacan instalación hídrica en Ramalá y cortan agua a palestinos
Comunidades palestinas al este de Ramalá, en la Cisjordania ocupada, quedaron sin agua tras el ataque de colonos israelíes contra una instalación hídrica clave.
El ataque lanzado el domingo contra el pozo de agua N.º 6, en la zona de Ein Samia, cerca del pueblo de Kafr Malik, detuvo por completo las operaciones de bombeo, dejando a decenas de localidades sin este recurso vital.
La autoridad responsable del agua de la ciudad ocupada de Al-Quds confirmó que el pozo, uno de los recursos de agua subterránea más importantes de la región, provee hasta 12 000 metros cúbicos de agua al día, aproximadamente el 17 % de la producción total del servicio hídrico del distrito de Al-Quds.
Los ataques repetidos en Ein Samia, que incluyen la destrucción de equipos de vigilancia y la manipulación de infraestructura crítica, han generado serias preocupaciones sobre posibles prácticas deliberadas para socavar la seguridad hídrica palestina.
Desde octubre de 2023, el régimen israelí y sus colonos han intensificado brutalmente sus ataques contra los palestinos en Cisjordania, tras el inicio de la guerra de Gaza. Desde entonces, las fuerzas israelíes han matado a 1086 palestinos, incluidos 223 niños, han herido a más de 10 662 y detenido a más de 20 500 personas.
A comienzos de noviembre, 9204 palestinos permanecían en cárceles israelíes, de los cuales 3368 en detención administrativa. Al menos 98 han muerto bajo custodia israelí desde el inicio del conflicto.
El Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS) denunció la violencia de los colonos como una estrategia deliberada para intimidar y desplazar a las comunidades palestinas. Mahmud Mardawi, un alto responsable del mencionado movimiento, aseguró que los ataques diarios y el robo de propiedades, junto con las ofensivas del ejército israelí, evidencian un “terrorismo” ejecutado bajo la dirección del gabinete extremista israelí.
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