Medios de 50 países distintos se suman este lunes a la iniciativa para denunciar el asesinato sistemático de periodistas en Gaza
- Bajo el lema ‘Si el Ejército israelí sigue asesinando periodistas a este ritmo, pronto no quedará ninguno en Gaza para informarte’ la campaña busca denunciar los crímenes perpetrados por el ejército israelí contra los reporteros palestinos con total impunidad, pedir su protección urgente y exigir un acceso independiente de la prensa internacional al enclave palestino.

Cerca de 250 periodistas palestinos han sido asesinados en Gaza por el Ejército de Israel en apenas dos años, una cifra jamás registrada en la historia reciente, máxime en tan breve espacio de tiempo.
El lunes 25 de agosto, Hossam al Masri (Reuters), Mariam Abu Daqqa (The Independent Arabia y Associated Press), Moaz Abu Taha (NBC), Mohamad Salama (Al Jazeera) y Ahmed Abu Aziz (prensa local) fueron asesinados en un ataque deliberado contra el centro hospitalario Al Nasser. Dos días antes, Khaled al Madhoun, cámara de Palestine TV, fue abatido por disparos de las fuerzas israelíes mientras grababa el reparto de ayuda alimentaria a la población gazatí, oficialmente en situación de hambruna.
El 11 de agosto, seis periodistas –cinco de los cuales trabajaban o habían trabajado para la cadena Al Jazeera– fueron asesinados en otro ataque selectivo contra la tienda en la que trabajaban cerca del hospital Al Shifa.
Anas al Sharif (conocido reportero de Al Jazeera), Mohammed Qraiqea, Ibrahim al-Thaher, Mohamed Nofal, Moamen Aliwa (todos relacionados con el medio catarí) y el periodista independiente Mohammed al Khaldi sucumbieron al ataque reivindicado por el Ejército israelí.
En todos estos casos, como en muchos otros, Israel ha aducido que las víctimas tenían vínculos terroristas con Hamás, sin aportar pruebas.
La masacre contra los periodistas palestinos por parte del Ejército de Israel es sistemática, deliberada y, peor, se comete con total impunidad, vulnerando todos los principios del derecho internacional humanitario.
Esta situación intolerable, agravada por la prohibición a la prensa extranjera de acceder a Gaza –un hecho insólito destinado a apuntalar el apagón informativo en la Franja– amenaza con erradicar el periodismo en Gaza, vital para documentar los crímenes del Ejército israelí.