Teatro del Barrio estrena «Preso en la esperanza», su nueva producción, una defensa de la resistencia palestina con el activista y actor palestino Nabil AlRaee

El próximo 19 de noviembre, Teatro del Barrio estrena su nueva producción: Preso en la esperanza / Trapped in hope / مسجون في الامل. Esta cooperativa cultural, ubicada en el barrio multiétnico y rebelde de Lavapiés, pone en pie este espectáculo político y de urgencia en coproducción con la compañía madrileña unavezenlavida y Freedom Theatre, teatro palestino que desafía la violencia desde el arte, como acto de rebelión. El actor, director y activista palestino Nabil AlRaee, que fue durante 13 años director artístico del Freedom Theatre, interpreta esta obra, escrita junto a los dramaturgos españoles Juan Ayala y Miguel Oyarzun, quienes también dirigen la propuesta. Preso en la esperanza denuncia las narrativas coloniales y da voz a historias de Resistencia Palestina frente a la ocupación militar israelí.
Nabil AlRaee vendrá ex profeso para esta ocasión desde el campo de personas refugiadas Al-Arrub, donde vive, en esa Cisjordania bombardeada y escrutada por los drones espía israelíes facilitados por los satélites de Starlink de Elon Musk. Contará lo que ha visto, lo que ha vivido y lo que le transmitieron sus mayores en los Territorios Palestinos Ocupados. Todo, tras meses de escritura y ensayos entre Madrid, el Castillo de Magalia de Ávila donde el INAEM organiza un programa de residencias artísticas, Oporto y Al-Arrub en Cisjordania. Ensayos atravesados por la vibración del genocidio que está perpetrando Israel, apadrinado por las potencias occidentales y con la complicidad de corporaciones económicas de todo el mundo, incluido el mundo árabe. El actual Gobierno de Netanyahu, uno de los más racistas y ultraderechistas de los últimos tiempos, no ha ocultado nunca su oposición a la formación de un Estado Palestino y su ánimo de llevar a cabo una limpieza étnica para lograrlo.
El poder de las historias
Tres idiomas, testimonios, poesía y música de laúd para un acto artístico, político y de esperanza. Nabil AlRaee nos convoca al teatro y nos guía a través de su biografía en un recorrido atravesado por hitos históricos de la resistencia palestina contra la ocupación colonial. Una violenta ocupación militar ilegal perpetrada primero por el movimiento sionista y más tarde por Israel, respaldada por Gran Bretaña y Estados Unidos, con la aquiescencia de Europa. Estas son historias de resiliencia de un pueblo colonizado que planta cara desde hace muchas generaciones a quienes intentan sustituir, bajo una fachada irreal de régimen democrático, a la población autóctona por colonos, en un ejercicio de lo que el historiador y político Rashid Khalidi llama colonialismo estratégico, donde las grandes potencias del mundo y las corporaciones internacionales son cómplices o, en el mejor de los casos, solo aportan soluciones falsas e interesadas. Historias de rebelión contra el genocidio progresivo o de goteo, como lo ha llamado el también historiador Ilan Pappé, refiriéndose a ese desarrollo continuado durante décadas que intenta diluir una condena internacional.
Preso en la esperanza es una reflexión sobre las narrativas hegemónicas de opresión: cómo se construyen, de qué están hechas y qué permite que se perpetúen. “La violenta ocupación de Palestina no solo es una ocupación de la tierra, también lo es de las mentes”, analiza Oyarzun, y añade que “crear una obra que subvierta esas narrativas es una manera de liberarnos”. Así, “queremos compartir historias de rebelión, individuales y colectivas, que ayuden a entender y puedan permanecer”, expresa AlRaee. Quieren llegar a la gente a través de las historias, porque, como explica el artista palestino, “las historias pueden permanecer para siempre. Aquí invoco mi historia personal, pero también la historia de Palestina. Hay miles de historias diferentes allí. Quiero viajar por todo el mundo para apoyar la lucha del pueblo palestino por su libertad, a pesar de todas los desafíos lingüísticos o culturales. Más allá de esto, cada persona, en su casa, deberá hacer sus deberes y sacar sus conclusiones. Apelamos a la responsabilidad colectiva, a que todas y cada una de nosotras nos devolvamos la humanidad, y denunciemos la injusticia que estamos presenciando”, especialmente ahora cuando existe un riesgo de abandonar la movilización ciudadana para que cese la violencia y se restituya la dignidad.
Todas las luchas están conectadas
Nabil AlRaee nació y creció en el campo de personas refugiadas de Al-Arrub. Se unió a Theatre Day Productions en la década de los noventa, y viajó a Túnez y Europa antes de regresar a Palestina. Se incorporó al Freedom Theatre en 2007 como formador, y posteriormente se convirtió en director artístico cuando fue asesinado su cofundador Juliano Mer-Khamis. Ha dirigido numerosas producciones, entre las que destaca El Asedio, y viaja por todo el mundo impartiendo talleres y participando en conferencias. Se encontró con Miguel Oyarzun y Juan Ayala en 2022. Trabajaron juntos en un espectáculo que coprodujeron el Teatro de La Abadía y Tobacco Factory Theatres en Bristol, con la financiación del British Council: El muro. Fue un canto al encuentro y una reflexión sobre la posibilidad de vivir en comunidad en un mundo cada vez más globalizado y fragmentado. Algo de aquello resuena, ahora, en Preso en la esperanza.
“El proyecto navega las fronteras culturales, lingüísticas, económicas, Se cuela por grietas para traspasar los muros geográficos, pero también internos que hemos construido” expresa Juan Ayala. Los creadores proponen una cultura de la resistencia que alimente la esperanza, “que se debe cuidar y proteger, porque es una disciplina en sí misma”, expresa AlRaee.
Los creadores trabajan a través del Arte porque “es un lenguaje universal. La poesía, la belleza nos permiten escuchar, construir, reconstruir. Este espectáculo quiere ser una oportunidad para pararse a pensar”. Explican que Preso en la esperanza construye “un espacio donde pensar junto con el público”, y con este proyecto “apoyamos directamente a quienes están resistiendo en medio del horror”. Así, la obra constituye un canto al encuentro como método de resistencia, liberación y construcción cultural en tiempos de violencia sistémica, encarcelamientos arbitrarios, hambrunas, limpieza étnica, desplazamientos forzados y sin retorno permitido, opacidad cultural y asesinato masivo de civiles.
Ha sido en 2025, cuando el genocidio se ha hecho más intenso que nunca debido al actual Gobierno de Israel, cuando los tres artistas, con sus respectivas compañías -unavezenlavida y Freedom Theatre- se han unido a Teatro del Barrio para producir Preso en la esperanza, una creación que es posible gracias a un equipo internacional que acentúa el sentido de comunidad, donde figuran también Yasmeen Audisho Ghrawi, de origen iraquí con residencia en Reino Unido, que ya colaboró en El Muro, y Darina Jabr, artista visual Palestina que está en residencia en Madrid como parte de la Red Teja, que ofrece ciertos soportes a artistas en situación de emergencia. Teatro del Barrio, Premio Nacional de Teatro 2024, también entiende la cultura como una forma de resistencia, pensamiento y rebelión, con su proyecto político y de clase, consciente de que todas las luchas están interconectadas. Defiende también la esperanza y el cambio posible si hay compromiso para conseguirlo, y brinda su escenario a voces de resistencia. Así, ha producido en las últimas temporadas, No soy tu gitana, Infiltrado en VOX, La Gran Cacería y Gordas, lisiadas y mamarrachas. Y también defiende el teatro de urgencia, que bebe del presente más inmediato, lo que lo ha llevado a producir títulos como Cómo hemos llegado hasta aquí o Isa & Javi.
