Ecologistas en Acción apoya la iniciativa legislativa para incrementar el rigor en el control de las fugas de hidrocarburos en las estaciones de servicio
- Se trata de una propuesta de Real Decreto, que apoyan el grupo parlamentario de Sumar y el Gobierno Vasco. Se ha llevado al Ministerio de Industria y Turismo, con el objetivo de que sea aceptada por ese ministerio y después aprobada y publicada en el BOE.
- Los sistemas de almacenamiento de hidrocarburos están constituidos por tanques de simple pared, que no permiten la detección temprana de fugas ni evitan que se produzcan los correspondientes derrames en caso de pérdidas.
- Una pérdida en un tanque de 100 mL/hora supone 876 litros de combustible al año. Con una norma de inspección y de sistemas de detección adecuados, no hay excusa posible para que esta vigilancia ambiental sea eludida.
- El oligopolio petrolífero presiona para que solo se detecten derrames superiores a 400 mL/hora, modificando la norma vigente y presionando a AENOR para que se pliegue a esta normativa más laxa.

Más de un millón de tanques de almacenamiento de hidrocarburos en España, con una rotación anual de casi 60 millones de toneladas en 2024, ofrecen un panorama preocupante. Una buena parte de estos tanques experimentan pérdidas y fugas con repercusiones muy negativas en el medio ambiente, en la seguridad y en la salud pública. Los estándares actuales no aseguran una prevención y un control adecuados: muchos tanques son de simple pared, las inspecciones con pruebas periódicas de estanquidad son insuficientes y los parámetros permitidos de vertido son excesivamente laxos.
La experiencia acumulada demuestra que los controles vigentes no han sido suficientes para evitar por completo la aparición de fugas y derrames al entorno. Esta realidad obliga a asumir un compromiso firme de modernización tecnológica y de reforzamiento de la seguridad ambiental, en coherencia con los principios de prevención y precaución.
La propuesta legislativa que apoya Ecologistas en Acción ofrece alternativas en un doble sentido: sustitución progresiva por tanques de doble pared con sistemas de detección en el espacio intersticial y mayor exigencia en el control de las fugas. Ambas alternativas representan la solución más segura y eficiente, tanto desde el punto de vista de la protección ambiental como de la seguridad industrial: sustituir los tanques de simple pared por sistemas de doble pared, así como definir el valor mínimo de emisión en tanques de simple pared compatibles con las mejores técnicas disponibles, sustituyendo el tanque cuando su antigüedad sea igual o superior a 25 años.
La detección de fugas mínimas de 100 mL/h como Valores Límite de Emisión (VLE), basados en las Mejores Técnicas Disponibles (MTD), reemplazaría los 400 mL/h que todavía se permiten en la actualidad.
Lo sucedido en Coria del Río (Sevilla), donde una gasolinera ha emitido gases tóxicos desde hace 20 años a más de 4.000 vecinos de una barriada, no debe repetirse. La Fiscalía ya advirtió en su informe que los vertidos de los tanques de la gasolinera habían provocado un daño sustancial en la calidad de aguas subterráneas y de las superficiales del Guadalquivir, generando efectos negativos agudos y crónicos para la salud de la población afectada.
Teniendo en cuenta la antigüedad de las instalaciones y los incidentes que con relativa frecuencia se producen, con la correspondiente contaminación de los suelos y el riesgo en materia de seguridad que conllevan, se hace necesario que el sector de la venta y distribución de hidrocarburos proceda a una adaptación de sus instalaciones con otras tecnologías más eficaces y en concreto proceda a la sustitución o transformación de los tanques de simple a doble pared.
De igual manera que con la normativa de fugas de metano, se debe actuar en este sector para evitar las repercusiones en el medio ambiente. Sin embargo, no se puede olvidar el objetivo de eliminar cuanto antes la dependencia de los combustibles fósiles, a más tardar en 2040. Por lo tanto, dichas acometidas deben realizarse en un calendario lo más ajustado posible, con el objetivo de no generar activos varados que aten a la ciudadanía a más décadas de utilización de hidrocarburos.
Las consejerías de industria de las comunidades autónomas deben cumplir y hacer cumplir esta norma garantista. “La protección ambiental, la seguridad de las personas y la salud pública están en juego”, advierte Daniel López Marijuán, portavoz de Ecologistas en Acción. “No se puede subordinar la responsabilidad ambiental a los intereses de las empresas. Necesitamos incrementar tanto la protección pasiva de los tanques de simple pared mediante su sustitución en tanques de doble pared, simultáneamente con el uso de las mejores técnicas disponibles en la detección temprana de fugas que faciliten el diseño de planes de prevención y evitación de potenciales vertidos indeseados, como sí recoge la orden del Gobierno Vasco, concluye Marijuán.
Ecologistas en Acción considera que todavía se está a tiempo de prevenir y evitar sucesos incompatibles con la protección del medio ambiente y la defensa de la salud pública. Esta propuesta legislativa trata de remediar esta situación.
