Maíllo valora el “preocupante distanciamiento de la realidad” de Felipe de Borbón con un mensaje “abstracto” de “equidistancia entre los causantes de la crisis y sus víctimas”
- El coordinador federal de Izquierda Unida destaca desde Córdoba que “se puede resumir en el famoso refrán de ‘Consejos vendo, que para mí no tengo’: se envuelve en un discurso con palabras que gustan como ‘convivencia’, ‘huir de la polarización’, ‘confianza’, ‘democracia’ y se olvida de la ‘reconciliación’, la palabra con la que su padre ha escrito un libro ensalzando al dictador Francisco Franco; por cierto, una dictadura de la que no habló al conmemorar el 50 aniversario de la instauración de la monarquía”.

El coordinador federal de Izquierda Unida, Antonio Maíllo, ha valorado que el jefe del Estado, Felipe de Borbón, mostró anoche en su mensaje navideño un “preocupante distanciamiento de la realidad” y lamentó que haya sido “un discurso de profunda abstracción, sin concretar los asuntos, y que destaca más por lo que no ha dicho que por lo que dice”.
En declaraciones a los medios desde Córdoba, acompañado por Irene Ruiz, diputada provincial de IU Córdoba y concejala de Hacemos Córdoba, el máximo responsable de Izquierda Unida le reprochó que envolviera su mensaje “de palabras de celofán”, con una grave “equidistancia entre los causantes de la crisis y las víctimas de la misma”, que hacen que “nunca veremos a Felipe de Borbón criticando o señalando a los causantes de la crisis: a los fondos de inversión especulativos, a los que dañan y amenazan la Sanidad y la Educación Pública, porque de eso no ha hablado”.
A juicio de Maíllo, “mientras miles de personas sostienen su vida haciendo un esfuerzo anónimo con precariedad y con escasos reconocimientos, él se ha permitido pontificar con una enumeración de problemas que ha hecho como titulares de una realidad, que evidencia que no conoce, salvo de pasada”.
“Se puede resumir -dijo- en el famoso refrán español de ‘Consejos vendo, que para mí no tengo’: se envuelve en un discurso con palabras que gustan como ‘convivencia’, ‘huir de la polarización’, ‘confianza’, ‘democracia’ y se olvida de la ‘reconciliación’, la palabra con la que su padre ha escrito un libro ensalzando al dictador Francisco Franco; por cierto, una dictadura de la que no habló al conmemorar el 50 aniversario de la instauración de la monarquía”.
Antonio Maíllo considera este mensaje navideño de Felipe de Borbón una “oportunidad perdida” y considera “evidente” que su distanciamiento con la “realidad de la sociedad española” tiene que ver también con “una posición que se resume en la famosa frase de Aznar ‘el que puede hacer, que haga’: el rey Felipe está haciendo lo que hace”.
Equidistancia y desconocimiento de la realidad.
— Antonio Maíllo 🇪🇭🔻 (@MailloAntonio) December 25, 2025
El discurso de Felipe de Borbón ignora la realidad. Nunca señalará a los poderosos. Habla de democracia en abstracto porque ignora que esta se vincula a vivir con necesidades cubiertas, no las suyas, sino las de la mayoría. pic.twitter.com/ray4RdpcxQ
Ni una crítica a los poderosos
Criticó también que “no haya hablado ni siquiera de violencia de género, un mal que atraviesa la sociedad española” y “como tampoco lo haya hecho de una forma escandalosa de la ausencia y de la violación permanente del Derecho Internacional por Donald Trump o del genocidio del Gobierno israelí sobre la población palestina de Gaza, que provocaron las manifestaciones más masivas en este año en la sociedad española y que demuestran la nobleza de un pueblo que se pone del lado de las víctimas, cosa que no hace el jefe del Estado”.
“Nunca veremos al jefe de Estado criticar a los poderosos -incide el coordinador federal de IU- y es una evidencia de que tenemos un problema en nuestro país”, que no se trata “de hablar de democracia en abstracto, sino de democracia vinculada al alquiler asequible, a poder llenar la cesta de la compra y a tener una sanidad que garantice la atención cuando se necesite”.
“Lamentamos -ha concluido Maíllo- que el jefe de Estado, una vez más, sigue sin dar muestras de intentar serlo de toda la sociedad. Lejos de ello, se ha posicionado en favor de los que quiere un encorsetamiento de la Constitución, muestra equidistancia entre verdugos y víctimas, y carece de legitimidad cuando habla de democracia desde una magistratura que hereda por genética de un padre, que escribe un libro para ensalzar a una dictadura de la que afortunadamente la sociedad española ya se ha intentado librar”.
