Redacción •  Actualidad •  24/11/2025

La Agrupación de Periodistas de UGT reivindica proteger a las mujeres reporteras: basta de acoso y silencio en redes y autoridades

  • La violencia digital está expulsando a las mujeres periodistas del espacio público.
La Agrupación de Periodistas de UGT reivindica proteger a las mujeres reporteras: basta de acoso y silencio en redes y autoridades

Con motivo del 25 de noviembre, Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, la Agrupación de Periodistas de UGT alerta del aumento de ataques digitales contra las mujeres periodistas —trabajadoras con derechos— y reclama medidas inmediatas para frenar su impacto en la salud mental, la seguridad y las trayectorias profesionales. No es “un problema de redes”: es atentar contra la libertad de expresión, degradar la calidad democrática y e ignorar la prevención de riesgos laborales. Es violencia contra las mujeres.

Qué está pasando

Las evidencias internacionales señalan que una amplia mayoría de mujeres periodistas ha sufrido violencia en línea vinculada a su trabajo. Los ataques son cada vez más coordinados y sofisticados: amenazas físicas y sexuales, acoso masivo, difusión de datos personales (doxeo), suplantaciones, intrusión en cuentas y manipulación audiovisual, incluidos deepfakes. Con demasiada frecuencia, lo que empieza en internet termina en la calle, con riesgos que van desde la coacción hasta la agresión.

En España, la polarización y las campañas organizadas se ceban con quienes cubren feminismos, política, migraciones, derechos humanos, verificación y periodismo de investigación. El objetivo es siempre el mismo: intimidar, desgastar y silenciar.

Salud mental en el centro

La consecuencia más inmediata es el daño psicológico. Muchas compañeras relatan ansiedad, insomnio, estrés postraumático, tristeza profunda y agotamiento. Algunas necesitan atención psicológica o médica; otras piden bajas o renuncian a coberturas para protegerse. La autocensura se convierte en defensa: se evita publicar, debatir o participar en programas por miedo a nuevas oleadas de acoso. Esa retirada forzada empobrece el debate público y reduce la pluralidad informativa.

La violencia digital también daña a las redacciones: equipos que no saben cómo actuar, responsables que minimizan lo ocurrido y trabajadoras que asumen que “hay que aguantar”. Ese clima es injusto, insalubre y contrario a cualquier política seria de prevención contra el acoso

Sesgos tecnológicos que amplifican el problema

A esta realidad se suman sesgos en herramientas de inteligencia artificial que reproducen estereotipos machistas: profesiones descritas en masculino por defecto, imágenes de “liderazgo” o “productividad” protagonizadas solo por hombres y respuestas que perpetúan roles tradicionales. Estos sesgos no son anécdotas: influyen en la credibilidad y en las oportunidades laborales. Las empresas tecnológicas y quienes contratan sus soluciones deben auditar, corregir y rendir cuentas.

Lo que pedimos hoy

Protocolos obligatorios en todos los medios.

Con perspectiva de género, 24/7, que integren seguridad psicológica, física, digital y legal. Deben incluir rutas claras de escalado, plantillas para recopilar evidencias, pautas de comunicación pública (sin revictimizar) y coordinación inmediata con fuerzas y cuerpos de seguridad ante amenazas.

Apoyo psicológico inmediato y sostenido.

Acceso confidencial y gratuito a atención profesional para trabajadoras afectadas, sin coste ni estigma. La salud mental es un derecho laboral.

Formación continua y prevención.

Higiene digital, reducción de huella personal, gestión segura de contraseñas y dispositivos, uso de verificación en dos pasos, verificación de filtraciones y respuesta a campañas coordinadas. Cuidado del equipo tras episodios de acoso.

Tolerancia cero a la minimización.

Erradicar el “aguanta” o “no te ofendas”. La violencia digital es un riesgo laboral y debe incorporarse a las evaluaciones de riesgos y a los indicadores de gestión de los equipos.

Responsabilidad de plataformas y proveedores.

Canales rápidos y eficaces para cuentas periodísticas, trazabilidad de denuncias, transparencia sobre medidas adoptadas y retirada ágil de contenidos ilícitos, incluidos deepfakes y doxeo. Auditorías de sesgos en IA y correcciones verificables.

Marco público que funcione.

Aplicación plena de las leyes existentes, refuerzo de la cooperación con plataformas y persecución efectiva del doxeo, la suplantación, el acoso y las amenazas. Acompañamiento a la denuncia para reducir la cifra negra.

Delegadas y delegados de igualdad con funciones claras.

Asesoramiento especializado, detección temprana y seguimiento de casos en los centros de trabajo. Presupuesto y recursos en la negociación colectiva para planes de igualdad y protocolos frente al acoso sexual y por razón de sexo.

16 días de activismo: de las palabras a los hechos

Del 25 de noviembre al 10 de diciembre nos sumamos a la campaña “ÚNETE para poner fin a la violencia digital contra las mujeres y las niñas”. Llamamos a redacciones, empresas tecnológicas, administraciones públicas y ciudadanía a actuar:

  • Si ves acoso, no mires a otro lado: reporta, guarda evidencias y apoya a la víctima.
  • Si diriges un equipo, activa el protocolo y cuida a tu gente.
  • Si gestionas una plataforma o servicio, prioriza la seguridad y la transparencia.
  • Si legislas, garantiza recursos estables y plazos rápidos.

Compromiso sindical

La Agrupación de Periodistas de UGT reafirma su compromiso con entornos laborales libres de violencias machistas: negociación y aplicación efectiva de protocolos, planes de igualdad, mejora de derechos para víctimas, formación del activo sindical y colaboración con administraciones y organizaciones de mujeres. Saludamos los avances normativos recientes —como el refuerzo del Pacto de Estado y la futura profesionalización de la figura de agentes de igualdad en las empresas— y exigimos financiación suficiente, despliegue real y diálogo social para que nada se quede en el papel.

Una conclusión clara

Proteger a las mujeres periodistas es proteger el derecho de toda la sociedad a estar informada. La violencia digital no es inevitable ni “parte del oficio”: responde a decisiones de diseño, ausencia de controles y culturas organizativas que pueden cambiar. Con protocolos efectivos, apoyo psicológico, formación, responsabilidad de plataformas y acción pública decidida, podemos romper el ciclo del miedo y la autocensura.

La Agrupación de Periodistas de UGT pide tolerancia cero ante las violencias machistas —también en internet— y recursos para que ninguna compañera tenga que elegir entre su salud mental y su trabajo. Sin periodistas seguras, no hay periodismo libre.


Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres /