Redacción •  Actualidad •  22/12/2025

La desmovilización electoral redefine Extremadura: caída de participación, crecimiento de Vox y Unidas por Extremadura y un Parlamento sin mayoría absoluta

  • Ayer se desarrollaron las elecciones autonómicas en Extremadura, unos comicios que la presidenta regional, María Guardiola, decidió adelantar por la falta de acuerdo del PP con Vox en la negociación de los presupuestos, y que -lejos de resolver la situación anterior- complica aún más la gobernabilidad.
La desmovilización electoral redefine Extremadura: caída de participación, crecimiento de Vox y Unidas por Extremadura y un Parlamento sin mayoría absoluta

Las elecciones autonómicas celebradas en Extremadura el domingo 21 de diciembre han dejado un resultado muy significativo no solo por la distribución de escaños en la nueva Asamblea, sino por una participación marcadamente inferior a la de 2023, un fuerte avance de fuerzas como Vox y Unidas por Extremadura y un retroceso drástico del PSOE que abre un escenario político protagonista de negociación y posible inestabilidad.

Participación: descenso notable

La participación en las elecciones de 2025 se situó finalmente en torno al 62,7 % del censo, una caída de casi 7,6 puntos porcentuales respecto a las autonómicas de 2023, en las que votó aproximadamente el 70,3 % de los electores registrados. Este descenso se produce pese a que más de 890.000 extremeños estaban llamados a las urnas.

El retroceso de participación —más pronunciado en zonas tradicionalmente favorables al PSOE— ha sido interpretado por analistas como un síntoma de desafección y desmovilización del electorado de este partido, que no se ha trasladado en igual medida al voto hacia opciones más radicales del mismo espectro político ni a la derecha.

Resultados: un hemiciclo fragmentado

Los datos definitivos consolidan una victoria del Partido Popular (PP), pero sin mayoría absoluta, y un avance destacado de Vox y de la coalición Unidas por Extremadura. El PSOE encaja uno de sus resultados más débiles en la historia reciente de la comunidad.

Distribución de escaños (2025 vs 2023)

La distribución de escaños surgida de las elecciones autonómicas de 2025, en comparación con los comicios de 2023, refleja con claridad el cambio de ciclo político en Extremadura. El Partido Popular se mantiene como primera fuerza y pasa de 28 a 29 diputados, una mejora ligera pero insuficiente para alcanzar la mayoría absoluta. El PSOE sufre un hundimiento y cae de 28 a 18 escaños, perdiendo diez representantes y buena parte de su peso parlamentario. En sentido contrario, Vox experimenta un crecimiento muy notable al pasar de 5 a 11 diputados, consolidándose como un actor clave en la gobernabilidad. Unidas por Extremadura también refuerza su posición, aumentando de 4 a 7 escaños, casi duplicando el resultado anterior, afianzándose como referencia del espacio a la izquierda del PSOE. El resultado es una Asamblea de 65 diputados más fragmentada que en la legislatura anterior, lo que anticipa una etapa de negociación compleja.

Los populares repiten como fuerza mayoritaria, pero con 29 escaños, quedándose a cuatro de la mayoría absoluta, lo que les obligará a buscar alianzas o acuerdos puntuales con otras fuerzas para gobernar.
Europa Press

El PSOE sufre una caída sensible con 18 diputados, perdiendo diez escaños respecto a 2023 y con menos porcentaje de voto que hace dos años, en lo que muchos analistas califican de batacazo histórico para el partido en su antiguo bastión tradicional.

Vox, por su parte, prácticamente duplica su presencia parlamentaria, pasando de 5 a 11 diputados y consolidándose como tercera fuerza en términos de escaños, mientras que Unidas por Extremadura crece a siete representantes, captando parte del descontento con la socialdemocracia tradicional.

Tras conocerse los resultados, los líderes de los principales partidos hicieron públicas sus primeras valoraciones:

🔹 María Guardiola (PP) subrayó la victoria de su partido, aunque reconoció la complejidad de la nueva Asamblea: “Hemos ganado con claridad y nuestro objetivo es garantizar estabilidad institucional. Para ello hablaremos con todos los grupos políticos dispuestos a favorecer el cambio y mejorar la vida de los extremeños.”

🔹 Miguel Ángel Gallardo (PSOE) fue autocrítico respecto al resultado: “Es un resultado muy malo para el PSOE, sin paliativos. Ahora debemos reflexionar y tomar las mejores decisiones para recuperar la confianza de nuestros votantes.” En su intervención hizo hincapié en la necesidad de reorganización interna.

🔹 Irene de Miguel (Unidas por Extremadura), que ve consolidado el avance de su coalición, afirmó con tono combativo: “Somos la esperanza de la izquierda en Extremadura. Esta noche hemos demostrado que otra política es posible y que nuestros votos cuentan.”

🔹 Óscar Fernández (Vox), aunque no líder nacional, adoptó un mensaje firme: “Los votos de Vox deben contar y no ser invisibilizados. Exigimos respeto para nuestros electores y estaremos a la altura de nuestras responsabilidades.” Las palabras de Fernández fueron respaldadas por declaraciones más amplias del liderazgo nacional de Vox en medios.

Un Parlamento sin mayoría absoluta, solo gobernable con pacto PP-Vox

El nuevo hemiciclo extremeño, fragmentado y con una participación claramente más baja, pone sobre la mesa varias cuestiones políticas de peso:

El PP no logra mayoría absoluta, por lo que depende de Vox o de abstenciones puntuales de otras fuerzas para investir a María Guardiola o aprobar presupuestos.

La caída del PSOE al segundo lugar y con su base electoral debilitada plantea preguntas sobre su papel de oposición y su estrategia futura.

El crecimiento de Vox y Unidas por Extremadura sugiere un reordenamiento del espacio tanto de la derecha como de la izquierda, con electores que parecen optar por propuestas más polarizadas o alternativas a los grandes partidos tradicionales.

La menor participación refuerza la percepción de que una parte importante del electorado, sobre todo en el centro-izquierda, no se ha sentido suficientemente movilizada para acudir a votar, lo que puede tener implicaciones para futuros comicios nacionales y autonómicos.

Las elecciones de Extremadura de diciembre de 2025 han quedado marcadas por un claro descenso de la participación en comparación con 2023, un desplome del PSOE, avances notables de Vox y de Unidas por Extremadura, y un Parlamento sin mayorías claras. El resultado crea un tablero político complejo en una comunidad que hasta hace muy poco había sido feudo tranquilo para los socialistas y ahora se enfrenta a semanas de negociaciones, equilibrios y, posiblemente, un nuevo mapa de alianzas que definirá la legislatura que acaba de comenzar.


Unidas por Extremadura /