Un informe del Ministerio de Transportes difundido por PACMA desmonta el discurso de que las especies cinegéticas suponen un riesgo vial significativo
- El 99,6% de los incidentes de tráfico con animales implicados en carreteras estatales no provoca heridos ni víctimas mortales.
- Más de la mitad de los accidentes implican a animales domésticos, entre los que destacan gatos, perros, conejos y hurones.

Madrid, 22 de julio de 2025 – El Partido Animalista PACMA ha hecho públicos este martes los datos facilitados por la Dirección General de Carreteras del Ministerio de Transportes, correspondientes a un informe en el que se incluyen los incidentes viales con animales registrados en la Red de Carreteras del Estado durante el año 2024. La información, obtenida tras varias solicitudes formales de acceso, ofrece cifras detalladas que invitan a replantear la justificación de la caza como herramienta preventiva frente a la vial de siniestralidad.
Durante el año 2024 se registraron un total de 46.652 incidentes con animales en las carreteras estatales. De ellos, 256 implicaron víctimas personales, heridas de diversa consideración repartidas en 188 accidentes, lo que representa el 0,4% del total de reportes. Además, no se produjo ninguna persona fallecida como consecuencia de estos sucesos, y solo 8 llegaron a tener consideración de gravedad. La mayoría de los casos, el 83,3%, se clasificaron como “otros sucesos”, sin daños personales ni materiales significativos, y un 16,3% causaron únicamente daños materiales. En conjunto, más del 99% de los incidentes no generaron consecuencias graves para las personas.
Implicación mayoritaria de especies no cinegéticas
Un dato especialmente relevante es que al menos el 55% de los incidentes (más de 25.000) implicaron especies que no son presas de caza. En este grupo destacan los gatos (9.210 casos) y los perros (2.633), seguidos por especies como zorros, erizos, hurones, aves o reptiles.
«Llama especialmente la atención que dos especies utilizadas habitualmente en la actividad cinegética, como el perro y el hurón, figuren con cifras elevadas en el listado de incidentes: 2.633 y 390, respectivamente», apunta la portavoz nacional del Partido, Yolanda Morales. «Resulta significativo que se trate de animales cuya presencia en el medio rural y en los entornos de caza es habitual, y cuya posible relación con esta práctica no puede descartarse», añade.
Por otro lado, los datos correspondientes a especies habituales asociadas a la caza también muestran un impacto limitado en términos de siniestralidad. En el caso del jabalí, se registraron 6.082 incidentes en total, de los cuales solo 5 provocaron heridas graves y 85 leves. En lo referente al corzo, hubo 3.459 incidentes con un solo herido grave y 24 niveles. En el caso del ciervo, se contabilizaron 593 incidentes con 13 personas con heridas leves. El conejo, pese a haber protagonizado más de 9.300 incidentes, no ocasionó ningún herido.
Sin mencionar a la caza como medida de prevención de accidentes con animales.
El informe detallado además de que las medidas más valoradas para prevenir este tipo de incidentes no tienen carácter cinegético. Entre las soluciones que ya se aplican y que el propio Ministerio valora como adecuado se incluyen el vallado de carreteras, los pasos de fauna, las balizas disuasorias, la limpieza de márgenes o la señalización de tramos con alta densidad de animales (TEFIVA).
Desde PACMA se considera que estos datos oficiales «permiten abrir un debate fundamentado» sobre la verdadera magnitud del problema y la idoneidad de las estrategias de gestión aplicadas hasta la fecha. La organización defiende un enfoque basado en la prevención técnica y el respeto a la fauna, en lugar de medidas letales que no han demostrado eficacia desde el punto de vista estadístico ni técnico.