La Coordinadora del Agua exige investigación y responsabilidades a los seis municipios afectados e implicados, por el mal estado de las aguas del Guadalete

Comunicado de prensa de la Coordinadora del Agua de Jerez para conocimiento público general
La Coordinadora del Agua de Jerez se une a la lucha por un Guadalete limpio y a la denuncia presentada por la Comunidad de Regantes del Margen derecho del río y muestra su más enérgico rechazo a la dejadez de funciones y complicidad de los gobiernos jerezanos, que han ido desoyendo la alarma encendida por los agricultores del Poblado de Doña Blanca, desde hace tantos años.
A su vez, este colectivo en defensa de la gestión pública del agua de Jerez, señala a otras administraciones e instituciones, a las que los regantes han ido denunciando y que han ido haciendo oídos sordos; así como al resto de los seis pueblos implicados; Arcos, el Puerto de Santa María, Rota, Chipiona y Sanlúcar, como actores ciegos y sordos ante un problema tan evidente, y que supone un enorme riesgo de “salud pública” para la población colindante con el último tramo del Guadalete, antes de desembocar en pleno océano Atlántico.
Para este colectivo, “situaciones de “alto riesgo” como esta, supone y evidencia la falta de rigor y vigilancia, con el que actúan algunos políticos, llamados a gobernar nuestras entidades locales, eludiendo, sin escrúpulos sus obligaciones y responsabilidades”.
“Todo apunta a que el río sufre flagrantemente la desidia y la ineptitud de los gobernantes locales, principalmente de Jerez y a consecuencia de anteponer los intereses de empresas que usan el agua de nuestra cuenca Guadalete/Guadiaro, en algunos casos gestionadas por multinacionales, por encima incluso de la salud de la población. En el caso de Jerez, mucho nos tememos que presuntamente, está dando la cara la gestión que hace Aqualia sobre la depuración de las aguas residuales del municipio jerezano. La calidad del vertido final de estas aguas al río, ha ido vertiginosamente cayendo en picado, desde que el servicio de agua de esta ciudad, fue expoliado y puesto en las garras de una multinacional como es Aqualia, con un largo y amplio historial de corrupción, en otras zonas de España y fuera de nuestras fronteras”.
“Lo que llamamos red o Trama del Agua de Jerez, sigue cobrándose las nefastas y deficientes condiciones del propio servicio y sigue sumando consecuencias adversas. A los cortes masivos y diarios, de suministro a familias vulnerables, realizados sin el más mínimo escrúpulo, se une el deterioro de la infraestructura hídrica que durante siglo y medio fuimos montando los ciudadanos con nuestras aportaciones; el desmoronamiento de la traída de agua del Manantial de Tempul, con sus 47 km. de tubería, puentes, desagües, ventosas, sifones, casetas de control y minas que se caen a pedazos; el abandono de los depósitos de agua, y un largo etcétera”.
“Al final, como suele ocurrir en estos casos, los ciudadanos pagaremos mucho más en las facturas, que siendo públicas y cuando termine el plazo de concesión, recogeremos solo despojos y un servicio que más bien será un zombi imposible de hacer revivir, que no sea levantándolo de nuevo con dinero de todos los contribuyentes, mientras la multinacional se llevará para repartir entre su junta de accionistas, cientos de millones de beneficios”.
Estos defensores de los intereses públicos jerezanos, en el capítulo del Agua Urbana, aseguran que “los irreversibles daños que ya se padecen en Jerez por la privatización de lo que antes la ciudadanía llamaba Ajemsa (Aguas de Jerez, Empresa Municipalizada, S. A.) aunque es incuestionable que responden al cambio de gestión de pública a privada, encomendada por el Partido Popular en 2013; no perdemos el punto de mira, sobre los verdaderos culpables de este mal que se nos ha impuesto ya de forma endémica, ya que son directamente los gobernantes municipales. La gestión del servicio estará concesionada a una empresa privada buitre, pero no por eso el ayuntamiento pierde su competencia pública sobre el Agua Potable y por supuesto es responsabilidad de esos gobernantes que esa gestión en manos privadas se haga de manera correcta, tal y como recoge los pliegos de condiciones de tal concesión. En este caso, tenemos que decir que en nada se le hace seguimiento, desde el consistorio jerezano, a esos cumplimientos de contrato, por lo que esta empresa, mina a sus anchas”.
“Con este panorama, cualquiera puede deducir que la compleja y opaca actividad que se desarrolla en la planta de depuración del Portal, puede muy tranquilamente, llevarnos a concluir en que es mucho más que una sospecha, que Aqualia esté ejecutando esos trabajos de limpieza de las aguas residuales de la ciudad, de manera “muy deficiente”, ahorrándose un buen pellizco y a su vez provocando el mal estado de las aguas y el “altísimo nivel de contaminación que vierte al río”.
“No desdeñamos otros elementos negativos en el trascurso de este último tramo del río. Las famosas balsas de la Azucarera, que nunca han conformado del todo, a la población colindante; con su burbujeante y altamente contaminado vertido, puede ser otro factor a sumar a los de la propia depuradora de la ciudad. Desde que el agua es liberada a la canal del río, en la presa del Guadalcacín II, este vital elemento natural, tiene que enfrentarse a una cada vez más fuerte presión, como es la recogida de las escorrentías de los arroyos colindantes, emanadas en épocas estivales y semisecas, del propio riego que hacen los agricultores de la vega, que se extiende río abajo, con el consiguiente riesgo de abusos de fitosanitarios y fertilizantes; hay también ciertas industrias, destacándose la que hace la planta de generación de electricidad de ciclo combinado, de Iberdrola; y como no, destacar la cantidad de agua residual que vierten las poblaciones por donde pasa el Guadalete; mucho nos tememos que el funcionamiento también adolece de su mejor función. Nombramos pedanías o barrios rurales tales como la Junta de los Rios, el Poblado de José Antonio, La Barca de la Florida, el Torno, San Isidro, Rajamancera, La Ina, Lomopardo, La Corta, el Portal y el resto de asentamientos rurales, que suponen que Jerez cuente con mas de treinta depuradoras de aguas residuales”.
“Nos parece de carácter urgente, un inminente encuentro intermunicipal que deberían de mantener estas seis poblaciones implicadas en el conflicto, la creación de una comisión técnica, que busque soluciones que palie los efectos de este grave asunto de “salud pública” y que inmediatamente se comiencen a tomar medidas correctoras, en vía de quitarnos de encima el fantasma de la contaminación de nuestro río, corazón y pulmón social, ambiental y económico de nuestra bonita comarca y que puede llegar a afectar ca casi 20.000 familias, de forma directa”.