Redacción •  Actualidad •  21/05/2025

La Agrupación de Periodistas de UGT celebra la aprobación de la reforma del reglamento del Congreso

  • A pesar del Partido Popular y Vox, nos alegramos de que al fin haya una norma para evitar que falsos periodistas impidan el libre ejercicio de la profesión periodística.
La Agrupación de Periodistas de UGT celebra la aprobación de la reforma del reglamento del Congreso

La Agrupación de Periodistas de UGT (AGP-UGT) celebra que la mayoría del Congreso haya aprobado este martes —176 a favor y 170 en contra— una reforma de la ley que regula el funcionamiento de la Cámara, para acabar con el creciente número de incidentes provocados por falsos periodistas.

La AGP-UGT ya denunció el creciente peligro que suponen estos «falsos informadores» en el escenario político y mediático español.

Estamos siendo testigos de cómo individuos que se acreditan como periodistas, sin cumplir con los estándares éticos y profesionales, interrumpen y sabotean las ruedas de prensa en el Congreso de los Diputados. Este comportamiento no solo pone en riesgo el ejercicio libre del periodismo, sino que también representa una amenaza directa para la democracia, al vulnerar el derecho de la ciudadanía a acceder a una información veraz y de calidad.

La AGP-UGT sostiene que el auge de los llamados «falsos periodistas» y agitadores está socavando la labor de las y los periodistas y manipulando el debate público. Estos individuos, que se infiltran en las ruedas de prensa del Congreso y en los espacios de acreditación de los medios, interrumpen de manera intencionada y agresiva el trabajo de las y los profesionales de la información. Su objetivo no es informar, sino crear caos, difundir desinformación y fomentar la polarización social.

En un momento en el que la desinformación se ha convertido en un desafío global, la AGP-UGT aplaude el esfuerzo del Congreso por defender un periodismo profesional y responsable, que se base en principios éticos y en la búsqueda de la verdad. La información es un pilar fundamental para la democracia, y no podemos permitir que individuos sin formación ni ética profesional distorsionen la realidad y manipulen a la opinión pública.


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