Archivo •  Redacción •  Actualidad •  30/03/2019

Greenpeace celebra la renovación del Consejo de Seguridad Nuclear

La organización pide rigor, transparencia e independencia al nuevo Consejo de Seguridad Nuclear (CSN).

Greenpeace celebra la renovación del Consejo de Seguridad Nuclear

Tras la celebración del último Consejo de Ministros, Greenpeace valora muy positivamente la imprescindible renovación del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) por motivos legales y de garantía institucional. El CSN es el único organismo competente en España en materia de seguridad nuclear y protección radiológica.

La organización ecologista ha animado a las nuevas consejeras y consejeros a desempeñar esta responsabilidad con rigor, transparencia e independencia para garantizar la seguridad nuclear por encima de cualquier otro interés, corrigiendo el rumbo del CSN para devolverle la credibilidad, la neutralidad y la reputación que ha perdido durante los seis años de mandato de Fernando Martí, anterior presidente del consejo que llegó a ser reprobado por el Congreso de los diputados tras diferentes requerimientos. El Congreso de los Diputados es a quien corresponde ejercer un control continuado sobre la acción del CSN y es el Gobierno el encargado de ejecutarla, por lo que los cuatro consejeros nombrados para el periodo 2019-2025 lo han sido de manera casi idéntica a la del único consejero que permanece.

Durante este sexenio, el CSN tendrá entre sus tareas el desmantelamiento de un reactor (Santa Maria de Garoña, en Burgos), la ampliación de vida de siete reactores (a tenor de los datos publicados en el Plan Nacional Integral de Clima y Energía 2020-2030) y los informes preceptivos sobre la actualización del VII Plan de Gestión de Residuos Radiactivos y sus posibles instalaciones asociadas, entre otras tareas.

“Durante los últimos seis años, únicamente se ha tramitado el cierre de la central de Garoña sin éxito, debido a que las empresas desistieron; y algunos aspectos del cementerio nuclear en Cuenca también han quedado en el aire. Es evidente que el CSN tiene por delante mucho más trabajo y será imposible abordarlo todo en condiciones idóneas, por lo tanto la primera de sus tareas debe ser la de priorizar”, ha declarado Raquel Montón, responsable de la campaña nuclear de Greenpeace.

La seguridad nuclear debe ser el objetivo prioritario, por ello según Greenpeace «los reglamentos y los protocolos de seguridad tienen que ser respetados y deberían restituirse todos aquellos que se han modificado sin ninguna mejora en materia de seguridad». Desde Greenpeace afirman además que es imprescindible considerar el envejecimiento de las instalaciones de manera específica, porque a partir de los 40 años de operación son necesarias revisiones especiales.

De manera inmediata el próximo pleno del CSN deberá resolver la pedición de autorización de construcción de la mina de uranio en Salamanca, una cuestión sobre la cual las organizaciones ecologistas mantendrán especial atención y pondrá a prueba el talante del nuevo equipo directivo de la institución.


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