El Aita Mari rescata a 13 personas en el Mediterráneo Central, incluyendo mujeres y menores
- El pasado 15 de agosto el barco de rescate Aita Mari asistió a dos embarcaciones en las proximidades de Mallorca.

Este martes, el buque de rescate humanitario Aita Mari ha rescatado en el Mediterráneo central, en zona SAR italiana, una embarcación con 13 personas a bordo, entre ellas mujeres y menores; dos de ellas son menores no acompañados. El bote se encontraba a la deriva y en situación de extrema vulnerabilidad. Las personas rescatadas, procedentes de Túnez y Marruecos, intentaban llegar a Europa tras variosdías en el mar. Ahora estamos a la espera de la asignación de un puerto para hacer el desembarco.
Según la tripulación, tras navegar sin rumbo desde el jueves, 14 de agosto, los rescatados presentaban síntomas de deshidratación, agotamiento y mareos, reflejo de las duras condiciones que afrontan quienes cruzan el Mediterráneo en busca de un futuro mejor.
Este operativo se lleva a cabo después de que el pasado 15 de agosto se asistiera en las proximidades de Mallorca dos botes con un total de 40 personas a bordo, en uno viajaban 15 personas entre ellas 5 niños y niñas y 3 mujeres y en el otro 25 personas entre ellas 7 niños y niñas.
La tripulación del Aita Mari prestó asistencia inmediata con agua, barritas energéticas y chalecos salvavidas hasta la llegada de la Salvamar Mimosa y de la Guardia Civil desde Cabrera que procedieron al rescate de las personas a bordo.
La misión número 16 está siendo la primera desde el inicio de la fase de implantación del nuevo pacto migratorio europeo, el cuál refuerza las complicidades entre Italia y Libia para las devoluciones ilegales, sí como castigar y criminalizar las labores de rescate de las embarcaciones humanitarias. El horizonte que se abre con esta nueva legislación es incierto, pero tenemos claro que su objetivo es dificultar el rescate de personas en el mediterráneo central, y quedar al margen del derecho internacional.
Hoy 19 de Agosto, día mundial de la asistencia humanitario, recordamos que en nuestras propias costas hay personas que arriesgan su vida en el mar y reiteramos nuestro compromiso: salvar vidas nunca puede ser un delito, asistir y proteger vidas en peligro es un deber humanitario que no puede ser criminalizado, por ello, exigimos el fin de estas políticas de muerte y decimos con claridad no más muertes en el mar.