Redacción •  Actualidad •  18/08/2020

El Frente Antiimperialista Internacionalista condena las “injerencias” en Bielorrusia

El FAI denuncia la actuación del alto representante de la Unión Europea para Asuntos
Exteriores, Josep Borrell, y exige su respeto a los asuntos internos de Bielorrusia. Asimismo, le insta a condenar las «flagrantes violaciones a los Derechos Humanos» que tienen
lugar en los EEUU y la «represión militar» con la que su gobierno trata de «acallar» la intensa
contestación social del pueblo norteamericano.

El Frente Antiimperialista Internacionalista condena las “injerencias” en Bielorrusia

El Frente Antiimperialista Internacionalista ha condenado lo que considera “injerencias” extranjeras en la política bielorrusia, tras el apoyo de potencias como EE UU y la UE a las protestas que desde hace semanas denuncian un supuesto “fraude electoral” en el país por parte del reelegido presidente Lukashenko.

Desde el FAI relacionan estas movilizaciones con las llamadas “revoluciones de colores”, que, a su juicio, operan siempre de la misma manera: “La historia de las revueltas llamadas «revoluciones de colores» nos enseña un claro patrón, tanto en actuación como en las consecuencias. El patrón incluye aprovecharse del descontento popular legitimo para provocar un cambio de régimen que conlleva una profunda transformación económica, legislativa y social. Para ello se cuenta con procesos prefabricados de catálisis, inducidos por movimientos de protesta creados a través de la injerencia de organizaciones asistenciales y ONGs desplegadas y financiadas por las agencias gubernamentales de los países de la OTAN y por grupos de poder del Capitalismo Global, como puede verse también en Hong Kong, en Bolivia o en Ucrania”.

La consecuencia del éxito de estas “revoluciones de colores”, prosigue el FAI, ha sido siempre la “subordinación política del país bajo la extorsión económica y la eliminación de los obstáculos al expolio, creando miseria, eliminando derechos democráticos y utilizando la represión para compensar su falta de legitimidad”. Entre los ejemplos que han seguido esta patrón, el FAI menciona a Georgia, Libia, Ucrania y Bolivia.

Según el análisis del Frente Antiimperialista, “existe un segmento social en Bielorrusia que controla una parte del sistema económico, ansía ampliar su poder y no tiene reparos en abrir el país a las potencias extranjeras para conseguirlo”. A pesar de reconocer que en Bielorrusia hay motivos objetivos para cierto malestar -”deterioro en el nivel de vida de los trabajadores, especialmente en el ámbito de la salud, la educación, la jubilación y el desempleo”-, el FAI arremete con dureza contra quienes protestan: “Al igual que los nazis ucranianos del Euromaidan, los insurgentes bielorrusos portan desvergonzadamente los colores y las banderas del batallón Vlasov, el traidor que, junto al ucraniano Stepan Bandera, superó a los nazis en matanzas indiscriminadas de soviéticos en tiempos de la Gran Guerra Patria”.

Para el FAI, más allá del hecho reconocido de que Bielorrusia no es “un país ideal”, considera que lo que está en disputa en dicho territorio es el mantenimiento y desarrollo de lo existente -”modelo keynesiado apoyado en el Estado” (el 51,2% de la población trabaja para compañías completamente estatales) que avance hacia la construcción de “poder de los trabajadores”- o un giro neoliberal que acarrearía “desindustrialización, pobreza y pérdida de soberanía”.


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