Redacción •  Actualidad •  17/12/2025

El ómnibus alimentario permite plaguicidas tóxicos ilimitados y pone en riesgo a la población

  • La Comisión Europea presentó ayer por la tarde la propuesta “Ómnibus de alimentos y piensos”, que desmantela algunas de las salvaguardas fundamentales frente a los pesticidas, a la hora de proteger a la ciudadanía de la contaminación de tierras, alimentos y acuíferos.
  • Para analizar la normativa en profundidad, hoy miércoles 17 de diciembre, a las 9:00 horas, Amigas de la Tierra Europa, con la colaboración de Ecologistas en Acción, hará una valoración de este paquete que concede a la mayoría de pesticidas una aprobación indefinida.
  • Las inscripciones para la rueda de prensa online se deben tramitar en este enlace.
El ómnibus alimentario permite plaguicidas tóxicos ilimitados y pone en riesgo a la población

Para las organizaciones ambientales, la propuesta de la Comisión Europea «Ómnibus de alimentos y piensos» desmantela algunas de las salvaguardas fundamentales frente a los pesticidas, a la hora de proteger a la ciudadanía de la contaminación de tierras, alimentos y acuíferos.

Ante la presión de fuertes intereses corporativos, la Comisión Europea concede a la mayoría de los pesticidas una aprobación indefinida. En la propuesta se elimina la obligación de reevaluar de forma periódica el peligro que suponen las sustancias activas establecido por el reglamento de plaguicidas, lo que es esencial para detectar nuevos daños para la salud y el medio ambiente. De esta forma, deja las renovaciones solo para las sustancias clasificadas como candidatas a la sustitución, que suponen el 10 % de las sustancias activas en la Unión Europea.

Si la propuesta es finalmente aprobada, el 90 % de los plaguicidas dejarán de pasar por el proceso de renovación al que obliga el Reglamento (CE) nº 1107/2009, a pesar de que este proceso ha permitido la eliminación de 162 sustancias nocivas desde que entró en vigor en 2011. 

Desde entonces, gracias al proceso de revisión se han sacado del mercado diez sustancias cancerígenas, mutágenas y tóxicas para la reproducción, siete disruptores endocrinos, 17 sustancias tóxicas para organismos no objetivo (como polinizadores), siete sustancias dañinas para la salud de las personas trabajadoras, consumidoras y residentes en los pueblos cercanos a los campos y nueve tóxicos para las aguas subterráneas.

Amigas de la Tierra y Ecologistas en Acción advierten de que sin este proceso de revisión, decenas de sustancias tóxicas seguirán ilimitadamente en alimentos, en la naturaleza y, por ende, afectarán directamente a la salud de la población, incluso cuando se den nuevas pruebas científicas que demuestren los riesgos asociados a su uso.

En la propuesta de la Comisión también se incluyen las siguientes medidas: 

  • Se duplica el periodo durante el cual los pesticidas altamente tóxicos aún pueden venderse tras su prohibición. En lugar de un año y medio, la población estaría expuesta a estas sustancias químicas hasta tres años.
  • Se limita la capacidad de decisión de los Estados miembros, que no podrán tomar medidas inmediatas sin solicitar previamente una reevaluación dirigida por la Comisión cuando una nueva evidencia científica demuestre riesgos graves para la salud o el medio ambiente.

Para las organizaciones ecologistas, este noveno ómnibus es un paso más en el proceso de desregulación al que la Comisión de Ursula von der Leyen está sometiendo a la ciudadanía al desmantelar la legislación europea en materia de salud y medio ambiente.

Clara Bourgin, portavoz de Soberanía Alimentaria de Amigas de la Tierra Europa, ha declarado: “Estas Navidades la Comisión Europea nos regala pesticidas tóxicos, un regalo envenenado para la población europea, mientras la industria se frota las manos. La aprobación indefinida de estos pesticidas supone un grave riesgo para la salud y la naturaleza. Entre ellas, hay sustancias que provocan retrasos en el desarrollo infantil y problemas de fertilidad, y otras que conllevan la desaparición de polinizadores como las abejas. Estos pesticidas podrán permanecer en el mercado de forma indefinida, incluso si se dan pruebas nuevas sobre sus efectos nocivos. La ciudadanía exige garantías para su salud y la biodiversidad, no un retroceso de décadas en materia de seguridad alimentaria y protección ambiental”.

Kistiñe García, portavoz de Ecologistas en Acción, ha añadido: “Con esta modificación del reglamento de plaguicidas, insecticidas tóxicos para el desarrollo del cerebro infantil como el clorpirifós, que hasta hace pocos años era el residuo de plaguicida que se detectaba de forma más habitual en los alimentos españoles, no se habrían prohibido. Tampoco insecticidas tóxicos para las abejas, como los neonicotinoides”. 


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