18 de septiembre: organizan jornada de lucha global por Palestina y apoyo a la Global Sumud Flotilla

Este jueves 18 de septiembre se convoca una jornada global de protesta y solidaridad con Palestina, con especial atención a la Global Sumud Flotilla. Activistas ecopacifistas y antimilitaristas de España se movilizarán con acciones en barrios, pueblos y centros de trabajo para exigir la apertura de un corredor humanitario, denunciar el bloqueo israelí a Gaza y visibilizar lo que califican como genocidio, llevando también un símbolo de paz: barquitos de papel.
Una ola de solidaridad con el pueblo palestino recorrerá España este 18 de septiembre bajo el lema “Jornada de lucha global por Palestina y en defensa de la Global Sumud Flotilla”. La convocatoria promueve acciones descentralizadas —manifestaciones, concentraciones en espacios públicos, actos simbólicos como “trae tu barco de papel”— para amplificar la denuncia ante lo que los organizadores consideran una grave vulneración de los derechos humanos en Gaza y para respaldar la misión marítima civil conocida como Global Sumud Flotilla (GSF).
La Global Sumud Flotilla es una flotilla no violenta, conformada mayoritariamente por embarcaciones pequeñas procedentes de distintos puertos del Mediterráneo, cuyo objetivo declarado es romper el bloqueo israelí que, según denuncian sus promotores, impide que la ayuda humanitaria llegue con seguridad a la Franja de Gaza, y proteger los derechos de la población palestina.
📢 Acción contra el genocidio
— GlobalMovementToGaza Spain (@MarchToGazaES) September 12, 2025
La @globalsumudflotilla navega contra el bloqueo de Gaza y por la libertad del pueblo palestino. Convocamos a la movilización. Contra el genocidio en Gaza: convoca, organízate, difunde.
📅 18 de septiembre: Jornada de lucha por pic.twitter.com/J7XmppjEQk
Durante los últimos días, la flotilla ha enfrentado serios obstáculos: varios barcos, entre ellos el Family y el Alma, denunciaron ataques con drones mientras estaban atracados en puertos tunecinos, provocándose incendios aunque sin heridos. Adicionalmente, complicaciones meteorológicas y logísticas han retrasado las salidas desde diferentes puntos, incluida España, y han obligado a realizar escalas en Túnez, Italia y otros puertos mediterráneos.
Las movilizaciones previstas para este jueves buscan, entre otras cosas, proteger el derecho a la protesta, exigir al Estado español el compromiso con estándares internacionales de derechos humanos —especialmente el derecho a la vida, la libertad y la dignidad—, así como la garantía de un paso seguro para los barcos participantes. Se alienta particularmente el uso de símbolos como barquitos de papel, pañuelos palestinos, banderas y actos pacíficos en lugares visibles. La consigna es clara: la solidaridad no tiene fronteras, cada gesto de apoyo cuenta.
En España, la jornada se inserta en un contexto de reiteradas expresiones de respaldo al pueblo palestino: manifestaciones en múltiples ciudades convocadas por colectivos sociales, concentraciones ciudadanas para denunciar lo que se define como “genocidio israelí”, iniciativas culturales y simbólicas, acciones de presión política para que el gobierno español adopte sanciones o medie en foros internacionales.
Organizadores de la GSF han señalado que, pese a los ataques y dificultades, la misión continúa adelante. Su meta no solo es entregar ayuda humanitaria vital, sino también exponer públicamente la limpieza étnica que denuncian que se está perpetrando, visibilizar la hambruna declarada por organismos internacionales, y demostrar que la complicidad pasa también por el silencio.
Con todo, la convocatoria de este jueves se presenta como un reto de cohesión para los movimientos sociales en España: se busca que la protesta sea simultánea, plural en métodos, y que mantenga la presión hasta que se logren compromisos concretos por parte de instituciones nacionales e internacionales. La esperanza que subyace tras el término árabe Sumud (constancia, firmeza) se traduce en esta jornada como voluntad de no resignarse ante lo que los activistas consideran una injusticia flagrante.