César Pérez Navarro •  Actualidad •  09/12/2025

Unidas por Extremadura encara el 21-D con la confianza en el empuje de la coalición

A menos de dos semanas para las elecciones autonómicas del 21 de diciembre en Extremadura, la coalición Unidas por Extremadura -integrada por Podemos, Izquierda Unida y Alianza Verde– afronta la recta final de campaña con un mensaje claro: solo una candidatura conjunta puede frenar la mayoría del bloque conservador y garantizar una representación progresista sólida en la Asamblea.

Unidas por Extremadura encara el 21-D con la confianza en el empuje de la coalición

La convocatoria anticipada de elecciones ha acelerado los tiempos, pero no ha impedido que las tres fuerzas hayan cerrado una propuesta común que, según sus dirigentes, refleja “un proyecto transformador, de izquierdas y con los pies en la tierra”.

El sistema electoral, clave para justificar la suma

Extremadura reparte sus 65 escaños mediante listas cerradas en cada provincia (circunscripciones provinciales) y el método D’Hondt, un sistema que penaliza especialmente la dispersión de voto entre partidos ideológicamente próximos. Por ello, la coalición insiste en que concurrir juntas es “no solo una decisión política, sino matemática”.

En otras Comunidades Autónomas, como es el caso de Andalucía, se mantienen por el momento tres partidos que acudirían por separado a la izquierda del PSOE -Por Andalucía (con IU, Sumar, Iniciativa y otros partidos), Podemos y Adelante)- lo que penalizará inevitablemente el apoyo real a estas candidaturas.

En las elecciones de 2023, la división entre candidaturas de izquierda dejó varios escaños sin opción. Este año, Unidas por Extremadura sostiene que una única lista permitirá maximizar el voto y garantizar representación en ambas provincias, una meta difícil si los partidos acudieran por separado.

Tres cabezas visibles y trayectorias complementarias

La coalición vuelve a situar como candidata a la Presidencia a Irene de Miguel, diputada autonómica desde 2015 y figura central de Podemos en la región. Ingeniera agrónoma de formación, ha centrado su trabajo político en el medio rural, la despoblación y la defensa de los servicios públicos. En campaña, critica duramente la legislatura del PP, a la que acusa de “privatizar y recortar por la puerta de atrás”.

Por parte de Izquierda Unida destaca Nerea Fernández Cordero, número tres en la lista por Badajoz y actual coordinadora regional de la organización. Militante desde la adolescencia, con experiencia en movimientos sociales, fue diputada autonómica en la última legislatura y reivindica un “feminismo práctico y de clase”.

La representación ecologista corre a cargo de Belén Rodríguez, de Alianza Verde, quien ha defendido un modelo energético justo y políticas de transición ecológica que tengan como prioridad al campo extremeño y a la población rural.

Junto a ellas, la coalición mantiene presencia en Cáceres con José Antonio González Frutos como cabeza de lista provincial, para asegurar continuidad territorial.

Un programa centrado en servicios públicos, vivienda y sostenibilidad: «La prioridad, revertir una reforma fiscal que solo beneficia a unos pocos. Nosotras creemos que quienes más tienen deben pagar más»

Unidas por Extremadura articula su programa en torno a varios ejes básicos:

  • Refuerzo de la sanidad pública, con especial atención a la atención primaria y la cobertura en zonas rurales.
  • Reversión de privatizaciones y aumento de la inversión en dependencia y servicios sociales.
  • Un plan de vivienda joven, con promoción pública y alquiler asequible para frenar la fuga de talento. Topar el precio de los alquileres. Ampliar el parque público de vivienda.
  • Energía y transición ecológica justa, con participación ciudadana en proyectos renovables y apoyo a pequeñas explotaciones agrarias.
  • Lucha contra la desigualdad territorial, defendiendo inversiones equilibradas entre las comarcas del norte y sur de la región.

La coalición insiste en que es un programa “pensado desde Extremadura y para Extremadura”, no dictado desde Madrid.

Unidas por Extremadura acusa al PP de “ocultar” las listas de espera y de favorecer a la sanidad privada

La coalición ha intensificado sus críticas a la gestión sanitaria del Gobierno regional, al que acusa de “ocultar datos reales” sobre las listas de espera y de recurrir cada vez más a derivaciones a clínicas privadas contratadas por el Ejecutivo de Partido Popular.

La formación denuncia que los tiempos de espera “se han disparado”, situándose -según sus cálculos- en una media de 125 días para obtener cita con un especialista, más del doble del límite fijado por la normativa autonómica. Además, alertan de que el número de pacientes en “espera estructural” se habría duplicado en dos años, superando con holgura los 100.000 extremeños pendientes de consulta o intervención.

Acusan al SES de falta de transparencia

Dirigentes de Unidas por Extremadura señalan directamente al Servicio Extremeño de Salud por lo que consideran una falta de transparencia “sin precedentes”. Aseguran que la administración sanitaria está ocultando los datos completos de espera en consultas externas y que solo publica las cifras “que más le convienen” para presentar una mejora que, según la formación, no se corresponde con la realidad de los centros de salud y hospitales públicos.

“El PP quiere resolver la crisis sanitaria a golpe de privatización”

La coalición sostiene que la reducción parcial de algunas listas se debe principalmente al incremento del gasto público destinado a la sanidad privada. Según sus cifras, el Gobierno autonómico habría destinado más de 15 millones de euros en derivaciones a empresas privadas durante el último año, además de otros 22 millones a la realización de peonadas extraordinarias.

Para Unidas por Extremadura, este modelo supone un “desmantelamiento progresivo” del sistema público que beneficia a intereses privados y genera un “conflicto de intereses evidente”, sobre todo tras la aprobación de la medida que permite a jefes de servicio compaginar su trabajo en el sector público y en clínicas privadas.

Proponen un plan integral para reducir las listas

Como alternativa, la coalición reclama un plan integral que aborde de raíz el problema de las listas de espera. Este plan incluiría reforzar la atención primaria, garantizar que los jefes de servicio trabajen exclusivamente en la sanidad pública, aumentar la plantilla sanitaria y ampliar la cartera de servicios públicos para incluir prestaciones como salud bucodental o oftalmología, que actualmente dependen en gran medida del sector privado.

Unidas por Extremadura insiste en que “poder ver bien o tener una boca sana no puede depender del dinero que se tenga en el bolsillo” y pide que la Junta priorice la inversión estructural en el sistema público en lugar de recurrir a soluciones “coyunturales y privatizadoras”.

Las encuestas más optimistas dan aire a la coalición y sostienen a un PSOE que retrocede

Aunque el conjunto de sondeos de medios privados sigue dando ventaja al Partido Popular, e incluso algún medio, como La Sexta, omite a esta coalición de sus gráficos, algunas de las encuestas más favorables para la izquierda dibujan un escenario distinto al de principios de otoño.

El CIS sitúa a Unidas por Extremadura en torno al 9,5–10 %, lo que podría traducirse en 6 o incluso 7 escaños, una mejora notable respecto a la legislatura anterior (2023), cuando se obtuvieron 4. En paralelo, el PSOE mantendría buena parte de su base electoral, evitando un hundimiento que algunas demoscópicas habían anticipado. En este escenario, el bloque progresista no alcanzaría la mayoría, pero sí podría dificultar un gobierno cómodo de PP y Vox.

Otros barómetros, como los promedios recogidos por RTVE, mantienen a la coalición con representación estable y margen de crecimiento gracias al voto joven y al electorado desencantado con el PSOE pero que no quiere optar por candidaturas de derechas.

En las propias palabras de Irene de Miguel, estas encuestas “demuestran que la gente quiere una izquierda útil, cohesionada y valiente”.

Un papel decisivo en un Parlamento muy fragmentado

En un escenario tan ajustado, la coalición sabe que cada voto contará, y apuesta todo a la fuerza de la unidad. Las urnas del 21-D revelarán si esa estrategia -y la confianza depositada en ella- logra abrir un nuevo espacio en la política extremeña.


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