El ministro Pablo Bustinduy recibirá a Proyecto Gran Simio y la Fundación Animal Guardians para abordar la Ley de Grandes Simios
El encuentro llega tras una amplia campaña ciudadana impulsada por ambas organizaciones, que ha reunido más de 71.000 firmas y el apoyo de más de 140 de entidades para exigir la tramitación urgente de la ley.

Madrid, 06 de octubre de 2025 15h — Esta mañana el Proyecto Gran Simio y la Fundación Animal Guardians anunciaron que tenían prevista una reunión con la Secretaría de Estado de Derechos Sociales.
Esta cita ha sido cancelada por la propia Secretaría, ya que será el propio ministro Pablo Bustinduy quien reciba a las organizaciones el próximo lunes 13 de octubre.
Desde ambas entidades valoramos positivamente este gesto y lo interpretamos como una muestra de voluntad política y compromiso institucional hacia la tramitación de la primera Ley de Grandes Simios del planeta.
Tras semanas de campaña ciudadana, más de 71.000 firmas de apoyo y el respaldo de más de 140 organizaciones, las organizaciones acogen con esperanza esta convocatoria y confían en que marque un punto de inflexión real hacia la tramitación de la primera Ley de Grandes Simios del mundo, cuyo mandato legal fue establecido en la Ley 7/2023 pero sigue pendiente dos años después de su entrada en vigor.

Pedro Pozas, director del Proyecto Gran Simio, añade: “Esperamos que esta cita con el ministro sirva para desbloquear una deuda histórica, ética y científica con los grandes simios. No se trata solo de cumplir una ley, sino de dar un paso hacia una sociedad más justa con los únicos homínidos no humanos”.
“Confiamos en que esta reunión suponga el comienzo de un camino legislativo real y comprometido. España tiene la oportunidad histórica de ser el primer país del mundo en proteger por ley a sus parientes evolutivos más cercanos”, señala Marta Esteban Miñano, presidenta de Animal Guardians.
Durante el encuentro, ambas entidades entregarán al ministro un borrador técnico de la ley, elaborado por expertos en bienestar animal, conservación y normativa. Este texto recoge medidas fundamentales como:
- Prohibición de su uso en espectáculos, publicidad, y actividades comerciales
- Fin de la cría en cautividad
- Fin de los traslados entre los zoos
- Traslado progresivo a santuarios o centros de acogida especializados que respeten su etología y bienestar.
- Revisión de su situación en zoos, con cierre o reconversión de instalaciones que no cumplan los requisitos.
- Dotación a los santuarios y centros que alberguen grandes simios cuya titularidad sea del estado, de los recursos económicos necesarios para poder cumplir con los requisitos de la ley.
- Garantía de derechos básicos: vida, libertad, integridad física y emocional, y protección contra el sufrimiento.
- Registro y seguimiento estatal de todos los grandes simios en territorio español.
- Cooperación internacional para su protección y conservación en hábitat natural.
“Nuestro objetivo es facilitar el trámite y ofrecer una base rigurosa y viable. Este borrador recoge años de experiencia científica y jurídica”, señala Marta Esteban Miñano, presidenta de la Fundación Animal Guardians.
“Confiamos en que el retraso no se deba al desinterés o a la influencia del lobby de los zoológicos por encima del mandato legislativo de la Ley 7/2023”, advierte Pedro Pozas. “España tiene la oportunidad histórica de ser el primer país del mundo en aprobar una ley de derechos para los grandes simios. Esperamos que este encuentro marque el comienzo de un proceso legislativo real, transparente y comprometido”, añade.

El movimiento se apoya en una sólida base científica que reconoce a los grandes simios —chimpancés, gorilas, orangutanes y bonobos— como seres conscientes, con emociones complejas, inteligencia social y capacidad de comunicación y transmisión cultural.
“Son homínidos no humanos, miembros de nuestra misma familia evolutiva, con quienes compartimos más del 98 % del ADN. Aunque todas las especies deberían tener el mismo derecho a tener una vida digna, esta ley de grandes simios es un primer paso en esa dirección que salda una deuda moral que tenemos con nuestros hermanos evolutivos”, señala Marta Esteban Miñano
Investigaciones pioneras, como los proyectos con Washoe, la chimpancé que aprendió más de 350 signos de la lengua americana de signos (ASL); Kanzi, el bonobo que comprende frases complejas y utiliza símbolos en un tablero lexigramático; o Koko, la gorila capaz de dominar más de 1.000 signos y comprender más de 2.000 palabras habladas, han demostrado que estos animales no solo piensan y sienten, sino que pueden comunicarse, crear conceptos y transmitir conocimientos a otros individuos, evidenciando una auténtica transmisión cultural.
