Redacción •  Actualidad •  06/06/2017

Garzón pregunta al Gobierno por la “moda” que encabeza el PP en distintas administraciones públicas de conceder medallas a “seres inanimados del santoral católico”

El coordinador y portavoz parlamentario de Izquierda Unida registra una iniciativa en el Congreso en la que, entre otras cuestiones, plantea saber si “¿considera de verdad el Gobierno que las vírgenes y los cristos atesoran méritos reales a la hora de lograr un país más seguro?” o sobre “¿qué opinión le merece que tantos trabajadores y trabajadoras del Estado que cada día se esfuerzan en hacer mejor su trabajo queden fuera de estos reconocimientos para mayor gloria de imágenes religiosas?”

Garzón pregunta al Gobierno por la “moda” que encabeza el PP en distintas administraciones públicas de conceder medallas a “seres inanimados del santoral católico”

El coordinador federal y portavoz parlamentario de Izquierda Unida, Alberto Garzón, ha registrado en el Congreso una serie de preguntas escritas dirigidas al Gobierno en relación a la “moda” de conceder medallas a vírgenes y cristos por parte de distintas administraciones públicas. En su iniciativa, Garzón recuerda que el pasado año “la asociación Europa Laica hacía el siguiente recuento sobre la concesión de honores por parte del Estado a santos, cristos, vírgenes y demás representaciones religiosas: ‘105 alcaldesas perpetuas, casi todas vírgenes; 15 alcaldes perpetuos, la mayoría cristos; y 15 medallas de oro, además de otros honores militares a entes religiosos de todo tipo’. Imaginamos que a día de hoy el número de estas distinciones oficiales tan particulares seguirá subiendo”.

Por este motivo, entre las cuestiones que plantea el parlamentario está saber si “¿considera de verdad el Gobierno que las vírgenes y los cristos atesoran méritos reales a la hora de lograr un país más seguro?” y si “¿va a continuar el actual Gobierno con esta práctica de reconocimiento idolátrico al santoral católico?”

Garzón detalla una serie de ejemplos concretos de medallas concedidas por el Ministerio del Interior, tanto en la etapa del anterior ministro, Jorge Fernández, como ya en la presente legislatura por parte de su homólogo, Juan Ignacio Zoido. Alguna de estas polémicas condecoraciones está recurrida por vía judicial y pendiente de fallo por parte del Tribunal Supremo.   

“Con poco acierto -valora también el máximo responsable de IU- otras formaciones políticas y gobiernos locales se han unido a la cuestionable moda del Gobierno del Partido Popular de conceder medallas y condecoraciones a seres inanimados del santoral católico, de especial relevancia simbólica para muchas personas más allá de su religión, pero que escapan por completo a lo que ha de ser una auténtica separación entre Iglesia y Estado”.

Para Garzón, esta práctica supone un “quebranto del propio carácter aconfesional del Estado marcado en la actual Constitución”, ya que no sólo supone una discriminación hacia otras religiones, “sino que se cae en algo tan poco razonable como adjudicar méritos mundanos a meras representaciones religiosas, dejando fuera de estas distinciones a miles de hombres y mujeres que trabajan cada día por mejorar la seguridad de todos, en condiciones a menudo precarias, mientras observan cómo las medallas y el reconocimiento público se las llevan las vírgenes y los cristos”.

De ahí que incluya en su iniciativa la pregunta de “¿qué opinión le merece al Gobierno que tantos trabajadores y trabajadoras del Estado que cada día se esfuerzan en hacer mejor su trabajo queden fuera de estos reconocimientos para mayor gloria de imágenes religiosas?”

“Comprendemos -razona también en la iniciativa registrada hoy- la devoción religiosa de muchas personas en nuestro país, respetamos sus creencias, sus fiestas y el carácter popular de muchas de sus prácticas, pero defenderemos siempre el carácter laico que ha de tomar el Estado, la separación efectiva que este debe tener de cualquier Iglesia y lo denigrante que resulta para tantos trabajadores y trabajadoras el que se concedan reconocimientos oficiales a estatuas, en una suerte de ‘populismo religioso’ de poco encaje constitucional y democrático”.

Alberto Garzón concluye sus preguntas planteando si ¿tiene previsto en algún momento el Gobierno respetar el carácter aconfesional del Estado?”


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