Redacción •  Actualidad •  04/11/2025

España, principal importador de gas nigeriano: un negocio con grandes impactos

  • La dependencia energética de España devasta el Delta del Níger mientras un 30% de la población nigeriana vive sin electricidad.
  • La red Gas No Es Solución, en colaboración con Connected Advocacy, presenta un informe sobre el consumo de España de gas fósil nigeriano.
  • Nuevo informe revela que España fue el mayor importador de gas fósil nigeriano a costa de grandes impactos sociales y medioambientales en el territorio.
España, principal importador de gas nigeriano: un negocio con grandes impactos

El Estado español importó más gas fósil de Nigeria que cualquier otro país en 2023, convirtiéndose en el principal responsable de los graves impactos sociales y ambientales que esta industria extractiva causa en territorio africano y convirtiendo a este país africano en su cuarto proveedor energético. Así lo revela un nuevo informe presentado hoy por la red Gas No Es Solución, de la que forma parte Ecologistas en Acción, en colaboración con Connected Advocacy.

El documento advierte de los impactos vinculados a esta actividad extractiva en Nigeria. Mientras una parte importante del gas se destina a la exportación, el informe subraya que un 30 % de la población nigeriana carece de acceso a la electricidad. Asimismo, apunta que las comunidades del delta del Níger afrontan desde hace décadas problemas de contaminación atmosférica y del agua, deterioro agrícola y pérdida de medios de vida tradicionales, aumentando las desigualdades ya presentes, como las de género. Uno de los aspectos más destacados es la quema de gas en antorcha, práctica que, según el documento, representa un riesgo significativo para la salud de la población local.

Nigeria dispone de uno de los sistemas gasistas más grandes de África y proyecta nuevas infraestructuras como los gasoductos Trans-Sahara, Nigeria-Libia, Nigeria-Marruecos (para abastecer a 13 países hasta llegar a la Península) y el Gasoducto del Golfo de Guinea. En ese sentido, el informe señala que estos proyectos restan recursos al desarrollo nacional y pueden llegar a contribuir a una espiral de deuda, siendo Nigeria un país que dedica más del 37 % del su presupuesto estatal al pago de la deuda externa.

El informe también recoge críticas al papel de compañías extranjeras como Santander, Shell, Chevron, ExxonMobil, Eni, Total y Equinor, a las que atribuye la obtención de beneficios en detrimento de las comunidades locales. Según las organizaciones responsables, este “modelo extractivista impuesto al Sur global” responde a un patrón histórico de explotación de recursos en el Sur global, que incluye violaciones de derechos humanos y la falta de cumplimiento del Consentimiento Libre, Previo e Informado (CLPI).

Como antecedente, se menciona el caso del pueblo Ogoni, que sufrió represión y desplazamientos a raíz de la actividad petrolera. No obstante, el informe destaca que la resistencia continúa a través de movimientos sociales y plataformas como Ogoni People Movement, que reclaman un cambio en el modelo energético y mayor justicia climática.

Declaraciones

«El gas fósil consumido en el Estado español ha tenido devastadoras consecuencias en su cadena de valor, destrozando el territorio del Delta del Níger. Debemos hacer que las compañías responsables paguen por ello, siguiendo el principio de «quién contamina, paga”».

– Sofía Fernández (Ecologistas en Acción).

«Mientras España se beneficia de las importaciones de gas nigeriano, las comunidades locales sufren una mala calidad del aire, infecciones respiratorias y una menor esperanza de vida. La industria del petróleo y el gas, promocionada como una bendición, ha resultado ser una maldición para los habitantes del delta del Níger. Debemos dar prioridad a las cuestiones de derechos humanos en el tráfico de la energía, amplificar las voces locales para poner fin al colonialismo de los combustibles fósiles y reforzar los marcos de justicia medioambiental y acción climática. Exigir responsabilidades a los contaminadores y a los responsables políticos es fundamental para mitigar las violaciones de derechos humanos y abordar los retos medioambientales locales».  

– Prince Israel Orekha (Connected Advocacy).


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