Ecologistas en Acción exige cambios reales en la gestión del paisaje para evitar más grandes incendios como el ocurrido en Ávila estos días
- El reciente incendio de Cuevas del Valle ha arrasado más de 2.000 hectáreas en gran parte de una superficie quemada hace 16 años.
- Ecologistas en Acción se solidariza con la familia de la víctima mortal y con toda la ciudadanía afectada, al tiempo que agradece su labor al operativo de extinción.
- La organización ecologista demanda cambios reales en la gestión del paisaje para que no vuelva a suceder.

En la noche del 28 de julio se inició un incendio forestal que ha arrasado cerca de 2.000 hectáreas en los términos de Cuevas del Valle, Mombeltrán, El Arenal y Arenas de San Pedro, y que todavía no se ha dado por extinguido. Este fuego se inició poco después de las 23:00 horas, en una noche con fuertes rachas de viento y en una zona con densa masa vegetal. Estas condiciones supusieron una propagación muy rápida del fuego.
La Junta de Castilla y León se apresuró a indicar que el incendio era intencionado, antes incluso de haber concluído la investigación pertinente. De ser intencionado, se trataría de un hecho delictivo de enorme gravedad.
Sin embargo, Ecologistas en Acción recalca que, incluso en ese supuesto, esto no exime a la Junta de Castilla y León de su propia responsabilidad como gestora del monte. “De hecho, desde la jefatura de extinción se advirtió en varias ocasiones que la zona tenía mucho combustible y esto es un factor determinante para que el fuego se propague con rapidez”, ha aclarado.
Gran parte de la superficie quemada se añade a la que se calcinó en otro gran incendio forestal en el año 2009. El de entonces arrasó 4.200 hectáreas en poco más de 24 horas y se cobró la vida de dos personas. Tras la traumática experiencia, la ciudadanía del Valle del Tiétar demandó a la Junta de Castilla y León un cambio radical en la gestión forestal, incluyendo cambios en las especies predominantes y un mantenimiento que reduzca la masa vegetal disponible.
La Junta de Castilla y León promovió entonces un proceso participativo en el que la población local y personas expertas de la Administración castellana planearon una estrategia de gestión del medio natural.
Tal y como recalca la organización ecologista, este plan acabó enterrado en un cajón y la gestión forestal apenas ha cambiado en el valle. Mientras, el abandono rural, agrícola y ganadero ha aumentado y la vegetación ha crecido —sobre todo pinos y matorrales de piornos— con mucha densidad en la zona afectada por el incendio.
Por todo ello, Ecologistas en Acción Ávila vuelve a denunciar el abandono de esta estrategia y exige un cambio en esta gestión forestal que abogue por paisajes en mosaico e incluya el fomento de especies menos combustibles (menos pinos), programas que gestionen las fincas abandonadas, una gestión eficaz de la interfaz urbano- forestal y planes de autoprotección para la población de comarcas forestales.
Desde el 2009 ha habido otros grandes incendios forestales en el Valle del Tiétar: en 2019 en Gavilanes-Pedro Bernardo y en 2022 en Santa Cruz del Valle y este de Cuevas del Valle. Además, en ese mismo periodo la provincia de Ávila ha sufrido grandes incendios en Cebreros (2022), Navaluenga (2025), sin olvidar las más de 20.000 hectáreas del gran incendio de la Paramera en 2021. A pesar de la frecuencia de incendios de más de 500 hectáreas en la provincia, y en especial en el Tiétar, no ha habido cambios significativos en la gestión forestal, y el operativo de extinción de la Junta sigue siendo el más precario de España.
Ecologistas en Acción Ávila denuncia que, mientras apenas hay inversión en la gestión forestal y paisajística para proteger a la población y el medio ambiente que la rodea, la Junta de Castilla y León gasta millones en infraestructuras de alto impacto paisajístico y escasa o nula utilidad para la población local, como el Mirador de El Puerto del Pico (375.000 euros) o un centro de 1.500 metros para la interpretación de las estrellas —el proyecto Stellarium— que está presupuestado en más de cinco millones de euros.
Por último, la organización ecologista expresa su solidaridad, agradecimiento y ánimo a la ciudadanía afectada: “Mostramos nuestras condolencias con la familia y personas cercanas al manguerista que acudía a colaborar en las tareas de extinción cuando tuvo un accidente mortal. Se trata de una terrible tragedia que nunca debió ocurrir. También agradecemos a todas las personas— profesionales y voluntarias— que se han dejado la piel en la extinción. Y nos solidarizamos con la ciudadanía del Barranco de las Cinco Villas, El Arenal y Arenas de San Pedro que han sufrido noches sin dormir, impotencia y miedo durante estos días. Animamos a toda esta población a sumarse a la demanda de un cambio de gestión de los montes para que no vuelva a suceder”.