CCOO muestra su rotundo rechazo a la decisión de enviar a prisión a «las 6 de la Suiza»
Para el sindicato se trata de un caso de represión del libre ejercicio de la actividad sindical y critica duramente la decisión adoptada por el juzgado de lo Penal 1 de Gijón, que ha desestimado suspender la entrada en prisión de las seis sindicalistas de la CNT condenadas a tres años y medio de cárcel por las protestas llevadas a cabo en torno al cierre de la pastelería La Suiza.

Comisiones Obreras –tras la reunión de su Comisión Ejecutiva Confederal- ha mostrado su rotundo rechazo a la decisión judicial de enviar a prisión a las seis sindicalistas de la Confederación Nacional del Trabajo acusadas y condenadas por las protestas efectuadas en torno al cierre de la pastelería La Suiza. A juicio de CCOO, se trata de un caso de represión del libre ejercicio de la actividad sindical.
El sindicato advierte de que estamos ante un nuevo precedente «muy peligroso» que deja vía libre para que otros jueces puedan perseguir la actividad que llevan a cabo los sindicatos y argumenta, además, que debería haber sido la jurisdicción de lo Social la competente para estos casos, y no los juzgados de lo Penal. La condena a las 6 de la Suiza «supone una explícita criminalización de la protesta y es inadmisible en un Estado de derecho. Y más aún en las circunstancias en las que se ha producido y que las compañeras han contado con más detalle».
El derecho a reunirse, a manifestarse, a concentrarse y a protestar no puede estar sujeto a interpretaciones más o menos creativas por parte de la Justicia. CCOO, recuerdan, ya se sumó a la petición de indulto efectuada en fechas anteriores para intentar evitar lo que ha terminado produciéndose hoy, la entrada en prisión de seis sindicalistas.
Para Comisiones Obreras «es esencial seguir defendiendo la libertad sindical y que el ejercicio natural de nuestra actividad no sólo no sea perseguido, sino que sea protegido como un derecho fundamental». «Al fin y al cabo –continúan- de lo que se trata de acabar con la criminalización de la protesta, de impedir que silencien a la clase trabajadora y de defender el ejercicio de un derecho que tantos años nos costó alcanzar y consolidar».