Redacción •  Actualidad •  02/02/2022

Santiago pregunta al PP si su iniciativa para acabar con Consumo “la redactó algún lobista” y si temen que al no influir ya en el Gobierno “los echen las empresas que tan bien les pagan”

Santiago pregunta al PP si su iniciativa para acabar con Consumo “la redactó algún lobista” y si temen que al no influir ya en el Gobierno “los echen las empresas que tan bien les pagan”

El portavoz adjunto de Unidas Podemos y portavoz parlamentario de Izquierda Unida, Enrique Santiago, ha rechazado con múltiples argumentos en el Pleno del Congreso la iniciativa presentada por el PP y que apoya la ultraderecha de Vox para suprimir el Ministerio de Consumo, partido el primero a cuyos dirigentes acusó de que “les sobra este ministerio y. sobre todo, todas las medidas de protección a los consumidores”.

De igual forma, y ante las limitaciones en materia de juego aprobadas por el departamento que dirige Alberto Garzón para acabar con los abusos de algunas empresas, Santiago ha recordado al partido de Pablo Casado que las políticas de Consumo “hacen estériles las bien remuneradas contrataciones como lobistas de sus ex ministros o ex diputados -como es el caso del ex titular de Justicia Rafael Catalá- por las empresas de apuestas”. De ahí que preguntara directamente: “señores del PP, dígannos, ¿esta proposición no de ley (PNL) la ha redactado algún lobista o la han hecho ustedes solos? Si los lobistas ya no pueden influir en la acción de Gobierno, ¿les preocupa que los echen a la calle las empresas que tan bien les pagan?”.

Recordó también que esta iniciativa amparada por la derecha y la ultraderecha parte “del bulo lanzado contra el ministro Alberto Garzón que ya ha sido desmontado, por mucho que insistan en reincidir en la mentira”, en relación sobre las mentiras vertidas desde hace semanas sobre las macrogranjas.

 

De ahí que Enrique Santiago destacara que estas “mentiras ‘trumpistas’” hayan provocado que “extremistas violentos asalten instituciones democráticas, como ocurrió ayer en Lorca, con la justificación de los presidentes del PP y de Vox en esa ciudad. Quieren acabar con la democracia”.

“Agricultores y ganaderos -aseguró con vehemencia-, no olviden nunca que Vox y el PP fueron los únicos que votaron en contra de la ley que prohíbe la ‘venta a pérdidas’ de los productos agrarios”.

El portavoz adjunto de Unidas Podemos detalló en su argumentada intervención que en el anterior Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad “que asumía las competencias de Consumo en el segundo gobierno de Rajoy, la protección de 40 millones de consumidores era relegada a una modesta dirección general”. De ahí que España sea “uno de los países más atrasados de Europa en protección de consumidores y por eso este Gobierno ha tenido que ordenar las relaciones de consumo en una sociedad globalizada”.

La Ley del Juego aprobada en 2011 había permitido que jaurías de desaprensivos hicieran del drama de la ludopatía su negocio. Hasta hace tres meses el acoso publicitario de las casas de apuestas a nuestras familias era inaceptable.

Santiago apuntó que en la iniciativa debatida contra Consumo, la derecha pide “reducir las competencias en ordenación del juego a una cuestión de Hacienda y de recaudación fiscal. Pero sepan que este Gobierno ha decidido que la ordenación del juego obliga a la protección de las personas como consumidores”.

Insistió en que “les molesta que el Ministerio de Consumo haya restringido la publicidad de las casas de apuestas, o que se vaya a regular la publicidad de alimentos dirigida a niñas y niños. Les molesta que el ministro Garzón esté peleando para proteger a nuestros barrios y a nuestros jóvenes, o que las actuaciones del Ministerio de Consumo hagan estériles las bien remuneradas contrataciones como lobistas de sus exministros o sus exdiputados por las empresas de apuestas”.

Para el también secretario de Estado para la Agenda 2030, “Garzón dice verdades con rigurosidad técnica y científica, sin miedo a los ‘lobbies’, y lo hace con respeto escrupuloso a los consensos europeos en la materia, con total respaldo en las recomendaciones de las agencias de Naciones Unidas y en la Estrategia de Desarrollo Sostenible de España”.

Denunció que al PP “no le importa en absoluto proteger a los consumidores y por eso España no ha contado hasta ahora con una ley que diga que la atención al cliente es un derecho, que las empresas no pueden marearnos de teléfono en teléfono”. Por eso, por ejemplo, “las líneas 902 son gratuitas y las empresas no pueden cobrar por todo, y se pueden perseguir eficazmente los abusos y fraudes masivos en consumo. Gracias a dos años de trabajo del Ministerio de Consumo estafar al consumidor y cometer fraude no volverá a ser rentable”.

Santiago agradeció expresamente a Alberto Garzón y al presidente Pedro Sánchez que hayan “situado la política de consumo en la primera línea de la actuación del Gobierno. Por estos motivos, esta política se diferencia de la social o de la sanitaria. Es un ministerio que tiene voz especializada en el Consejo de Ministros y en la Comisión Delegada de Asuntos Económicos y así la defensa de los consumidores también orienta nuestra actividad económica”.

Por el contrario, reprochó a los ‘populares’ que hayan decidido optar “por mantener la desigualdad en las relaciones entre empresas y consumidores. Es legítimo, es lucha de clases y sus billeteras siempre por encima del pueblo. Les molesta el modesto gasto en políticas de defensa de los consumidores, pero se dedican a regalar el dinero de todos los españoles a sus ‘empresarios amiguetes’, soñando con ‘puertas giratorias’”.

Y para que la crítica no quedara vacía puso varios ejemplos: “66.000 millones de euros nos ha costado el rescate bancario de Luis de Guindos, que no iba a costar un euro. Hasta 3.500 millones el rescate de las autopistas de peaje”, que han ido “a los bolsillos de OHL, AZVI o Sacyr”, todas ellas empresas que aparecen en los ‘papeles de Bárcenas’ de la corrupción del PP “o 1.350 millones en el cierre del almacén de gas del Castor”, que se tuvieron que pagar a la constructora ACS de Florentino Pérez, de ahí un irónico “carísimo ese palco”.

“Desistan de continuar saboteando nuestro trabajo para ampliar los derechos de los consumidores”, concluyó Enrique Santiago su intervención.


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