Redacción •  Actualidad •  02/01/2017

Falleció la activista Carmen López Román

Carmen López Román (1963-2016) ha destacado a lo largo de su vida por ser una mujer entregada al activismo social y el feminismo en diversos colectivos y asociaciones como la Asamblea Feminista  Yerbabuena en la década de los 80.

Falleció la activista Carmen López Román

En aquella época ya llegó a participar en el Consejo Municipal de las Mujeres en los primeros años de su constitución. “Carmela”, como todos la conocían, participó en la vida política siempre desde posturas progresistas y de izquierdas. Hasta hace unos meses presidió el Fórum de Políticas Feministas, coordinaba el área de Igualdad de Podemos Córdoba y era miembro del CCM (Consejo Ciudadano Municipal). Además participaba en la Asociación Feminismos Córdoba. Como miembro de Ganemos Córdoba fue en las listas a las elecciones municipales como número 12 y era miembro activo en Mesa de Coordinación y la CAC de Igualdad. En esta última legislatura asume la vicepresidencia del Consejo Local de las Mujeres. Carmela era una mujer poseedora de una cultura inmensa, inteligente y con una capacidad discursiva extraordinaria para el debate y la reflexión. Destacan de ella sus compañeras y compañeros su entrega, implicación y compromiso por la transformación social desde el feminismo. Como ella decía “Si todos nacemos desnudos, sin dientes y con hambre… ¿a qué viene después la diferencia?”.

Os dejamos la biografía que ella misma escribió para presentarse a las elecciones municipales en 2015.

BIOGRAFÍA

y nací por estos días de febrero allá por el año 1963. Soy hija de campesino y exiliada, que en la ciudad de Córdoba buscaban un mundo mejor. El trabajo asalariado que realizo, me ha enseñado el poco valor que le damos a las cosas de importancia. El feminismo me ha hecho y lo hago, y nos ha permitido a las mujeres crear algunas redes invisibles o mejor dicho ocultadas.Entiendo el ayuntamiento como lo que fue en su tiempo, la casa del pueblo, donde se deben desarrollar las cuestiones que nos importan, las mas cercanas para hacer de nuestra un ciudad un espacio habitable y justo.

MOTIVACIONES

Quiero dar para hacer un proyecto del bien común, poner mis capacidades al servicio de este proyecto colectivo. Actuar para desarrollar Políticas sociales que rompan las murallas, que no mantengan más a barrios enteros al margen. Políticas Públicas que nos conviertan de hecho en seres con derechos y en sujetos de nuestra propia trasformación. Siempre en todo lo que hago esta esa idea de que una de las mayores injusticias democráticas y que no tiene fronteras, ni muros, son las desigualdades visibles, sutiles a veces perversas que sedan en la desigualdad de trato entre mujeres y hombres.

Soy sólo una mujer Trabajadora, peona de limpieza, que salgo adelante con el miserable salario que me pagan…

Yo se bien de las dificultades de la privatización de los servicios, de trabajar en tierra de nadie, sin que ni la administración, ni la empresa se hagan cargo de tú trabajo, ni de hacer cumplir tus derechos como trabajadora del edificio publico gestionado por la empresa privada.

De los contratos por horas, de la norma de no hacer contratos de jornadas enteras.

De tener los salarios congelados o con un 0,2% de subida, de las dificultades y las carga que supone no poder usar los mínimos derechos por los riesgos de conflictos que corres.

De la incultura y la baja formación que nos dan y de nosotras esperan, cuando nosotras sabemos mucho más de lo que contamos de aquellos edificios Públicos en los que limpiamos… Ay si las limpiadoras hablaran!!! y el secreto profesional en nuestro caso se cotizara.

Desde que suena el despertador con su horrible, pipipipi!!! hasta que una vuelve a cobijarse entre sus sábanas, pasan muchas vidas.

Hay gentes que van tan ensimismadas que solo son capaces de leer artículos de opinión para luego argumentar la suya, otras llevan puestos los cascos para evitar la presencia de los otros, hay gentes que van con el movil conversando y se chocan con las gentes o se saltan el semáforo.

Soy asidua de la línea E cuyo paseo es interminable y me gusta mirar las caras de las gentes, tengo habilidad de escuchadora y las gentes me cuenta historia, me cuenta su historia.

De ahí me quedo a veces prendada de algunas mujeres y de algunos hombres que comparten bus con mi persona.

La linea E lleva a gentes que trabajan en las Quemadas, a gentes que estudian en Rabanales, a gentes que tiene una pena honda caminito al cementerio o a gentes que vuelven de visitar a sus presos o que ese mismo día los soltaron de la trena.

Lleva a las madres y abuelas de muchas de la chavalería a la que le doy un trapo y quitatinta o a la que regaño y regaño porque no me parece que los mocos aparezcan en los cristales.

Vienen y van en un eterno regreso a casa de echar horas en la ciudad, de comprar en el DEZA que le sale más arreglao, de limpiar en otro lugar los mismos mocos que yo limpio.

Vienen de visitar a sus mayores, con cara de tristeza, a sus mayores que habitan een el olvido, en una residencia llamada el Yate.

La línea E pasa por la vida y miras a la cara de las gentes y le ves surcos, la mirada empañada a veces y le notas la fatiga, la hartura y la paciencia a algunos, mientras otros son la ira.

Y yo siempre me pregunto, cuanto tiempo ha de pasar para que cambiemos nuestras formas de organizar la vida, cuanto tiempo ha de pasar para una transformación de nuestra cultura?

Para un volver a comprender que el Capital, el unico capital es la lo humano, hacer que la vida sea posible, compartir los cuidos que la hacen merecedora de llamarse vida. Hacer que la Politica sea la gestión de la vida cotidiana.

Si todos nacemos desnudos, sin dientes y con hambre… a que viene despues la disferencia.