Redacción •  12/11/2016

El fuego volverá a causar pánico y dolor a un toro en Medinaceli

Un año más, la localidad soriana de Medinaceli celebrará el único toro de fuego de toda Castilla y León.
PACMA persigue la prohibición legal del festejo.
Al Toro Jubilo no sólo se le prenderá fuego y someterá a un estrés horrible, a parte de sufrir quemaduras, sino que luego será enviado al matadero.

El fuego volverá a causar pánico y dolor a un toro en Medinaceli

Este sábado, 12 de noviembre, el Toro Jubilo de Medinaceli se volverá a celebrar, a costa del sufrimiento y la muerte de un animal. El toro de este año se llama ‘Mancheguito’.

Este toro de fuego del municipio soriano es el único que se celebra en Castilla y León. Si no tuviese el reconocimiento de festejo tradicional estaría prohibido, ya que el Reglamento de Festejos Taurinos Populares de Castilla y León prohíbe, en su artículo 19, “herir, pinchar, golpear, sujetar o tratar de cualquier otro modo cruel a las reses”. Además, y al contrario de lo que en ocasiones se hace creer, el toro es enviado al matadero al finalizar el festejo, tal como exige el Reglamento en su artículo 23.

Durante el desarrollo de la celebración, el toro estará expuesto al estrés y la ansiedad que padecen todos los animales utilizados en festejos, a lo que se suma el pánico que le provocará el fuego y que hará que, en un intento natural por preservar su vida, intente huir desesperado de lo que considera un peligro, con las consecuentes caídas, golpes y contusiones. Puesto que le será imposible zafarse del fuego, intentará apagarlo, realizando sacudidas y movimientos bruscos de la cabeza, que pueden provocar diferentes lesiones en el cuello e incluso desnucamiento; tal como se desprende de este informe veterinario.

Además de esto, el animal sufre quemaduras, ya que el barro con el que le embadurnan se va secando y desprendiendo y las chispas que saltan de los cuernos le producen lesiones en la cabeza, los ojos y el lomo. Es habitual que el toro sufra lesiones en la córnea, que incluso le pueden dejar ciego. Es también frecuente que algunos toros traten de poner fin a su sufrimiento lanzándose contra un muro, despeñándose o, incluso, muriendo de un infarto por el estrés.

Silvia Barquero, presidenta de PACMA lamenta “la terrible imagen que lanzamos de nuestro país en el exterior, donde cada año millones de ciudadanos se espantan con la imágenes de un toro con fuego en sus cuernos”.

Desde el Partido Animalista no encontramos justificación a que un festejo como este se siga permitiendo, y apelamos al rechazo ciudadano a este tipo de tradiciones, que deben ser prohibidas legalmente, como ya ha sucedido con el Toro de la Vega, gracias al intenso trabajo de presión social política y legal del Partido Animalista.


PACMA /